Cónclave 2025: cómo se elige al nuevo Papa tras la muerte de Francisco
Desde rituales centenarios en la Capilla Sixtina hasta anécdotas curiosas y estrictas normas de secreto, el proceso del cónclave guarda historia, tradición y simbolismo. Todo lo que hay que saber sobre la elección del próximo pontífice.

Tras la muerte del papa Francisco, la Iglesia Católica se prepara para uno de los eventos más solemnes y enigmáticos de su liturgia institucional: el cónclave .protocolos ,, la reunión de cardenales encargada de elegir al nuevo Papa. Este proceso, cargado de historia, símbolos y estrictos protocolos, combina la tradición milenaria con normas modernas que garantizan la privacidad, el aislamiento y la transparencia del escrutinio.

Un poco de historia

El término cónclave proviene del latín cum clave ("con llave"), haciendo referencia al antiguo encierro bajo llave de los cardenales para evitar influencias externas. El primer cónclave registrado tuvo lugar en 1241. Sin embargo, el más célebre fue el de 1268 en Viterbo, donde, tras más de dos años sin acuerdos, la población local retiró el techo del palacio y racionó el agua y la comida para forzar una decisión. Así nació la práctica formal del aislamiento.

Desde entonces, el proceso ha evolucionado. En el siglo XIX, los cardenales aún podían ingresar con una botella de coñac. Incluso se relata que el futuro Juan XXIII calmó sus nervios con un trago antes de ser elegido en 1958.

Cómo es el cónclave hoy

La elección se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, bajo los frescos de Miguel Ángel. Previo al inicio, los cardenales entonan el Veni Creator Spiritus y hacen un juramento solemne de confidencialidad. Al cerrarse las puertas con la expresión "Extra omnes" ("todos fuera"), comienza el aislamiento.

Los cardenales electores (menores de 80 años) votan en secreto escribiendo el nombre del elegido en una papeleta. Esta se dobla y se deposita, en un ritual cargado de solemnidad, en una urna sobre el altar. El recuento exige una mayoría de dos tercios.

El humo que se eleva por la chimenea de la Sixtina es clave: negro si no hay decisión, blanco si hay nuevo Papa . Desde 2005 se utilizan sustancias químicas para asegurar que el color del humo no genere confusiones, como ocurrió en el cónclave que eligió a Benedicto XVI.

Reglas estrictas y alta tecnología

El cónclave impone un aislamiento total : los cardenales no pueden utilizar teléfonos, acceder a medios de comunicación ni recibir visitas. La Casa Santa Marta, donde se alojan, fue remodelada por Juan Pablo II tras experimentar la incomodidad en sus propias elecciones.

El camarlengo , figura clave, organiza el proceso, verifica la muerte del Papa y resguarda la seguridad del evento, incluyendo la detección de posibles dispositivos de espionaje.

Curiosidades y anécdotas

No es obligatorio elegir a un cardenal presente : teóricamente, podría elegir a un ausente o incluso a alguien que no sea obispo, aunque debería ordenarse antes de asumir.

Nadie ha tomado el nombre de Pedro en honor al primer pontífice. Es una tradición no escrita.

El dicho "el que entra Papa, sale cardenal" refleja lo impredecible del proceso.

En el siglo XVIII, tras cien votaciones estancadas, el cardenal Próspero Lambertini bromeó: "Si quieren a un político, elijan a Aldrovandi; si a un santo, a Gotti; si a un tonto, elíjanme a mí". Fue elegido como Benedicto XIV , y tuvo un pontificado notable.

El "Habemus Papam"

Después de ser elegido, el nuevo pontífice acepta su designación y elige su nombre papal. Luego, el cardenal protodiácono anuncia al mundo con la icónica frase: 
"Habemus Papam" ("Tenemos Papa").

Durante su pontificado, Francisco creó 142 cardenales , provenientes de 70 países , ampliando la representación global del Colegio Cardenalicio. Solo Dios sabe quién será su sucesor.