Los asilados en la embajada argentina en Caracas, Venezuela, enfrentan una crisis humanitaria sin precedentes, según denuncias realizadas al Foro de Argentinos por la Defensa de la Democracia. Desde hace más de diez meses, quienes buscaron refugio en la sede diplomática no han recibido el salvoconducto que les permitiría salir del país, una medida amparada por la legislación internacional.
La situación ha empeorado en los últimos dos meses, con restricciones que incluyen la falta de electricidad, agua y la prohibición de ingresar medicamentos vitales para tratar enfermedades graves, como las cardíacas. Esta última denuncia fue confirmada por Omar González, uno de los asilados, quien advirtió que esta medida pone en peligro la vida de los perseguidos políticos.
Testimonios que evidencian una crisis
Entre los asilados se encuentran miembros del partido Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado, quienes se refugiaron en la embajada tras ser acusados de conspiración y traición a la patria. Entre ellos están Magalli Meda, Pedro Urruchurtu, Claudia Macero y Humberto Villalobos.
En declaraciones recientes, Meda informó que el fin de semana se impidió el acceso de alimentos a la residencia, que tampoco cuenta con servicio eléctrico desde que las autoridades retiraron los fusibles que suministraban energía a la sede diplomática.
Además, el caso de Nahuel Gallo, quien lleva 43 días desaparecido, fue señalado como un ejemplo de los tratos inhumanos y crueles que sufren los opositores al régimen de Nicolás Maduro.
La posición del Gobierno argentino ante la crisis
En un contexto de creciente presión internacional, el presidente argentino, Javier Milei, afirmó desde el Foro Económico Mundial en Davos que su gobierno está comprometido con la liberación de los opositores asilados en Caracas. "Vamos a seguir trabajando fuertemente para que sean liberados.