El Pentágono ha hecho públicas las primeras imágenes de sus buques de guerra que se dirigen hacia aguas cercanas a Venezuela, un movimiento que intensifica las tensiones entre la administración de Donald Trump y el régimen de Nicolás Maduro.
Un video difundido muestra al Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato Iwo Jima navegando en el Caribe, cerca de la isla de Curazao. El grupo partió de Virginia y está compuesto por tres buques: el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, el buque de transporte USS San Antonio y el buque de desembarco USS Fort Lauderdale. En total, transportan a unos 4.500 efectivos, incluyendo una unidad de 2.200 infantes de marina listos para cualquier operación.
Más barcos y un submarino nuclear
Según la agencia de noticias AFP, el despliegue militar de Estados Unidos se ampliará con el envío de dos buques más al Caribe: el crucero lanzamisiles USS Erie y el submarino de ataque rápido de propulsión nuclear USS Newport News. Fuentes anónimas citadas por la agencia confirmaron que estas naves llegarán a la región la próxima semana.
El despliegue forma parte de los esfuerzos de Trump para combatir el narcotráfico, en el marco de una operación contra "grupos narcoterroristas". La situación se agrava después de que la justicia estadounidense elevara a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Nicolás Maduro, a quien acusa de vínculos con el narcotráfico.
A estos buques se suman tres destructores —el USS Sampson, el USS Gravely y el USS Jason Dunham— que, según el primer ministro de Curazao, Gilmar Pisas, ya están cerca de la costa venezolana. Estas naves están equipadas con sistemas de combate Aegis y más de 90 misiles cada una, representando una amenaza significativa. La flota también incluye aviones de vigilancia P-8 Poseidón y un submarino nuclear con capacidad para lanzar misiles de largo alcance y realizar misiones de inteligencia.
Venezuela responde con movilización y denuncias
En respuesta al despliegue naval estadounidense, las autoridades venezolanas han ordenado la movilización de 15.000 efectivos a la frontera con Colombia, con la excusa de llevar a cabo operaciones antidrogas. El gobierno de Maduro ha asegurado que el país cuenta con 4,5 millones de reservistas para enfrentar cualquier amenaza, aunque esta cifra es cuestionada por expertos.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, comunicó en sus redes sociales el inicio de un "despliegue importante de drones con distintas misiones" y "recorridos fluviales con infantería de Marina" en el noroeste del país.
Además, Caracas exigió en Naciones Unidas el "cese inmediato del despliegue militar estadounidense en el Caribe". El canciller Yván Gil pidió el "apoyo" del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para "restablecer la sensatez" y frenar la escalada de tensiones.