Mañana miércoles, la Capilla Sixtina será nuevamente el centro de atención mundial cuando los 133 cardenales de la Iglesia católica se reúnan para dar inicio al cónclave que definirá al próximo Papa. Durante este proceso, el hermetismo es absoluto: no se permite el uso de dispositivos electrónicos como celulares, computadoras, tablets ni acceso a televisión o radio.
Incluso fuera del recinto —cuando los purpurados se trasladen a la residencia de Santa Marta para descansar o comer— el aislamiento seguirá siendo total. Ningún contacto externo está permitido durante el desarrollo del cónclave, garantizando así la confidencialidad del proceso.
Sin embargo, según informó el sitio oficial Vatican News, los cardenales pueden ingresar con una serie de objetos personales, lo que se ha denominado informalmente como su "kit de supervivencia".
¿Qué incluye el kit?
Entre los elementos permitidos figuran objetos religiosos como el rosario, el breviario (libro que contiene los rezos diarios de la liturgia de las horas) y otros textos espirituales. También se permiten artículos personales indispensables, como anteojos, bastones o audífonos.
Dado que muchos de los cardenales se encuentran cerca de los 80 años, también está habilitado el ingreso de medicamentos. Cualquier otra asistencia, como la de médicos, personal administrativo o limpieza, solo será permitida en momentos específicos y bajo estrictas normas de confidencialidad.
El secreto del cónclave es tan riguroso que cualquier violación —como revelar detalles del proceso— está penada con la excomunión, según establece el derecho canónico.
Así, mientras el mundo aguarda con expectativa la tradicional señal de humo blanco, los cardenales ingresan en completo aislamiento, apoyados apenas por su fe, su experiencia y un modesto conjunto de objetos personales.