El huracán Melissa se intensificó este lunes a categoría 5, la máxima en la escala de Saffir-Simpson, mientras se aproxima a Jamaica, donde se espera que toque tierra este martes con vientos destructivos de hasta 260 km/h y lluvias que podrían superar los 76 centímetros. Las autoridades locales y expertos meteorológicos alertan sobre la posibilidad de inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y daños graves a la infraestructura, generando un escenario crítico para las comunidades más vulnerables.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) emitió un boletín advirtiendo que "los vientos destructivos, las marejadas ciclónicas y las inundaciones catastróficas empeorarán a lo largo del día y durante la noche" en Jamaica. La lentitud de la tormenta preocupa a los especialistas, ya que prolongará las condiciones extremas en las zonas de su trayectoria.
A las 6 de la mañana del lunes, Melissa se encontraba a aproximadamente 210 km al suroeste de Kingston, la capital de Jamaica, y a 500 km al suroeste de la bahía de Guantánamo, Cuba. La tormenta forma parte de la temporada de huracanes del Atlántico 2025, siendo la decimotercera tormenta con nombre del período que se extiende de junio a noviembre.
El ministro de Gobierno Local de Jamaica, Desmond McKenzie, aseguró que la situación es crítica: "Muchas comunidades no sobrevivirán a las inundaciones". Ante la emergencia, se habilitaron refugios en todo el país, y las autoridades instaron a los habitantes a permanecer resguardados en sus hogares durante varios días si las condiciones lo impiden. "Esta es una apuesta que no se puede ganar. No se puede apostar contra Melissa", enfatizó McKenzie.
Melissa ya dejó un saldo trágico en la región. En Haití, la agencia de protección civil reportó la muerte de tres personas, mientras que en la República Dominicana, un hombre de 79 años murió arrastrado por un arroyo y un niño de 13 años continúa desaparecido. La tormenta también provocó cortes de electricidad, daños en viviendas y la evacuación de zonas costeras.
La población de las islas se prepara para enfrentar un fenómeno histórico. La marejada ciclónica podría alcanzar hasta cuatro metros a lo largo de la costa sur de Jamaica, según el Servicio Meteorológico local. Además, el aeropuerto internacional de Kingston y todos los puertos marítimos permanecen cerrados desde el sábado por la noche, en un esfuerzo por reducir riesgos.
El subdirector del NHC, Jamie Rhome, advirtió que las condiciones se deteriorarán "muy, muy rápidamente en las próximas horas" y que las comunidades afectadas podrían permanecer aisladas por inundaciones catastróficas durante días. Los expertos pronostican que, tras su paso por Jamaica, Melissa continuará hacia el norte, impactando el este de Cuba, mientras mantiene efectos en Haití y República Dominicana.
Los habitantes expresan miedo e impotencia. Angelita Francisco, de 66 años, contó a la AFP: "Te sientes impotente, incapaz de hacer nada, solo correr y dejar todo atrás". Las autoridades advierten que los vientos destructivos provocarán daños importantes en infraestructura, cortes prolongados de electricidad y comunicaciones, y desastres naturales que podrían afectar a miles de personas.
Melissa sigue siendo, hasta ahora, uno de los huracanes más intensos de la temporada, y su evolución es seguida minuto a minuto por los servicios meteorológicos de la región y por la comunidad internacional. La prioridad de los gobiernos locales es garantizar la seguridad de la población ante un fenómeno de magnitud histórica.
