Jair Bolsonaro irá a juicio por intento de golpe de Estado
La fiscalía sostiene que el exmandatario ultraderechista lideró una organización criminal que buscó impedir la investidura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, tras perder las elecciones en 2022.

La Corte Suprema de Brasil ha decidido llevar a juicio oral al expresidente Jair Bolsonaro y a siete exfuncionarios de su gobierno por su presunta participación en un intento de golpe de Estado en 2023. Este proceso legal podría derivar en una condena de hasta 40 años de prisión para el exmandatario, complicando significativamente su futuro político.

 

Los cargos contra Bolsonaro y sus aliados

 

La Fiscalía acusa a Bolsonaro de liderar una organización criminal que intentó evitar la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva tras su victoria en las elecciones de 2022. Junto a él, otros altos funcionarios de su administración enfrentan imputaciones similares:

Alexandre Ramagem (exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia)

Almir Garnier (excomandante de la Marina)

Anderson Torres (exministro de Justicia)

Augusto Heleno (exministro de la Oficina de Seguridad Institucional)

Mauro Cid (exayudante de campo de la Presidencia)

Paulo Sérgio Nogueira (exministro de Defensa)

Braga Netto (exministro de la Casa Civil)

Todos ellos enfrentan cargos por abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, participación en organización criminal armada, daño calificado y deterioro del patrimonio público.

 

La conspiración detrás del intento de golpe de Estado en Brasil

 

Según la acusación de la Procuraduría General de la República (PGR), la conspiración incluyó la planificación de medidas extremas, como la redacción de un decreto que justificara un "estado de defensa" y, en un caso extremo, el asesinato del presidente Lula y del juez Alexandre de Moraes. Sin embargo, el golpe no se concretó debido a la falta de apoyo de las Fuerzas Armadas.

El intento de insurrección culminó en la violenta invasión de los edificios del Supremo Tribunal Federal, el Congreso y la Presidencia por parte de miles de seguidores de Bolsonaro, pocos días después de la toma de posesión de Lula en 2023.

 

Lo que dijeron los jueces de la Corte Suprema sobre Bolsonaro

 

Los cinco jueces de la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) votaron por unanimidad para aceptar la denuncia contra Bolsonaro. Alexandre de Moraes, uno de los magistrados, argumentó que existen pruebas suficientes para llevar al exmandatario a juicio:

"Tuvimos un intento de golpe de Estado violentísimo (...) con petición de intervención militar para derrocar al gobierno legítimamente electo".

Por su parte, la jueza Cármen Lúcia enfatizó que este tipo de intentos golpistas no ocurren en un solo día, sino que son el resultado de un proceso largo y articulado.

"La dictadura mata. Vive de la muerte, no solo de la sociedad y la democracia, sino de seres humanos de carne y hueso".

Ambos magistrados recalcaron la gravedad de los hechos y la necesidad de que la Justicia esclarezca los acontecimientos y castigue a los responsables.

 

Bolsonaro, entre la inhabilitación y sus aspiraciones políticas

 

Aunque actualmente se encuentra inhabilitado políticamente, Bolsonaro mantiene su intención de postularse en las elecciones presidenciales de 2026. Sin embargo, este proceso judicial representa un obstáculo significativo para su retorno a la política.

La caída en la popularidad de Lula podría haber jugado a favor de una posible candidatura de Bolsonaro, pero con esta acusación formal, su situación legal y electoral queda seriamente comprometida.

 

Un juicio clave para la democracia en Brasil

 

El juicio contra Bolsonaro y sus aliados marcará un precedente en la historia de Brasil. Más allá de las repercusiones legales para el expresidente, el proceso servirá para reforzar la institucionalidad democrática del país y evitar que hechos similares se repitan en el futuro.

El desarrollo del caso será seguido de cerca tanto a nivel nacional como internacional, ya que representa un momento clave en la lucha contra el autoritarismo y la defensa del sistema democrático brasileño.