Vishwash Kumar Ramesh, de 40 años, es el único sobreviviente del trágico accidente del vuelo AI-171 de Air India, que se estrelló en Ahmedabad, dejando un saldo de 279 víctimas fatales. Su hermano, Ajay Kumar Ramesh, también viajaba en el avión y falleció durante el impacto. "Estoy vivo, pero lo perdí frente a mis ojos", declaró conmovido a The Sun.
Los hermanos habían intentado sentarse juntos en la fila 11 del Boeing 787 Dreamliner, pero una diferencia en la asignación de asientos los separó por el pasillo: Vishwash quedó en el 11A, y Ajay en el 11J. Esa distancia mínima resultó crucial. Mientras Vishwash logró salir por una abertura en el fuselaje, su hermano no tuvo la misma suerte.
El avión despegó el jueves 12 de junio rumbo al Reino Unido. Minutos después, perdió altitud y se estrelló contra un edificio del colegio médico local. Vishwash, cerca de la salida de emergencia, pudo desabrocharse el cinturón y arrastrarse hacia el exterior. "No sé cómo logré salir. A mi alrededor todos estaban muertos o agonizando", recordó.
Una vez fuera del avión, Vishwash intentó regresar en busca de su hermano. "Mi hermano está ahí dentro y se está quemando", le gritó desesperado a un rescatista. El bombero Satinder Singh Sandhu, que lo asistió, contó que lo halló en estado de shock, ensangrentado y cojeando.
El siniestro dejó una marca profunda en la comunidad de Diu, una isla del oeste de India con apenas 40.000 habitantes. Allí residían 15 de los fallecidos, incluido Ajay. Vishwash, que compartía con su hermano un negocio pesquero, vive entre Inglaterra e India, como parte de una dinámica habitual en la diáspora india.
Después de pasar cinco días internado en el Hospital Civil de Ahmedabad, donde fue visitado por el primer ministro Narendra Modi, Vishwash fue dado de alta. Hoy se encuentra en su casa familiar en Diu, rodeado de su esposa Hiral, su hijo pequeño y sus padres, pero hundido en el duelo. "Desearía no estar vivo", les confió.
El proceso de identificación de víctimas continúa. Hasta ahora, 202 cuerpos fueron reconocidos mediante ADN y registros dentales, y 157 ya fueron entregados a sus familias.