La gaviota que roba protagonismo mientras se espera la fumata blanca
Una gaviota, posiblemente una Larus argentatus, se posó junto a la chimenea de la Capilla Sixtina, desatando especulaciones en redes sociales sobre su simbolismo. Hasta tiene meme, obviamente.

En medio de la tensión que se vive en el Vaticano durante el cónclave 2025, una inesperada protagonista ha captado la atención de fieles y curiosos: una gaviota que se posó junto a la chimenea de la Capilla Sixtina, desde donde se espera la fumata blanca que anunciará al nuevo Papa.

La imagen del ave, posiblemente una Larus argentatus (gaviota argéntea), fue captada por fotógrafos como Daniel Ibañez de Catholic News Agency y rápidamente se viralizó en redes sociales, donde algunos usuarios no tardaron en darle un sentido simbólico, mientras que otros lo tomaron con humor.

La escena recuerda un episodio similar en 2013, cuando otra gaviota se posó en el mismo lugar poco antes de que se confirmara la elección del Papa Francisco. En aquella ocasión, medios como La Croix interpretaron el gesto como un posible presagio, aunque ornitólogos rápidamente señalaron que estas aves son comunes en Roma, atraídas por el clima cálido y la abundancia de alimento.

En X (antes Twitter), usuarios como @LAURENTZI sugirieron que podría tratarse de la misma especie, alimentando las teorías sobre un posible "símbolo divino". Otros, con un enfoque más ligero, bromearon que el pájaro es un "supervisor enviado por el Espíritu Santo".

Sin embargo, los expertos apuntan a una explicación más terrenal. Las gaviotas son conocidas por su adaptabilidad y su tendencia a explorar áreas con actividad humana, como los techos del Vaticano, donde los bomberos instalaron la chimenea el pasado 2 de mayo para los rituales del cónclave.

Para muchos, esta aparición añade un toque de magia y misterio al cónclave, un evento que combina rituales milenarios y tecnología moderna para anunciar al nuevo líder espiritual de los 1.400 millones de católicos en el mundo.

Y llegó el meme

Mientras tanto, los 133 cardenales electores continúan con las deliberaciones en la Capilla Sixtina, bajo la mirada atenta -y aparentemente simbólica- de su inesperada visitante.