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Texas

Le pegó 9 tiros por la espalda a un ladrón, no fue preso y ni se sabe si irá a juicio

El delincuente había entrado a robar a un restaurant, cuando se iba un cliente sacó un revolver y lo ejecutó. Primero le dio 4 tiros, y cuando ya estaba en el piso, se acercó y le disparó varias veces más.

21 Enero de 2023 11.53

 Un delincuente, vestido de negro y con pasamontañas, entró a robar a un restaurante de tacos en Texas, Estados Unidos. El hombre ingresó armado al lugar, algunos clientes se asustaron y se tiraron al piso, incluso dejaron el dinero que tenían en el piso, se ve en el video como el delincuente recoge apurado algunos de esos dólares y vuelve a dirigirse hacia la puerta, pero lo que parecía un robo sin nadie herido derivó en el momento siguiente en una ejecución: cuando el ladrón se va, pasa al lado de un comensal y este saca un arma y le dispara varias veces por la espalda. El delincuente cae ya sin moverse cerca de la puerta, pero el 'justiciero' se le acerca, y le dispara otras cuatro veces en el piso. En total fueron 8 tiros, y luego de liquidar al ladrón se indicó que el sujeto se levantó y se fue del lugar, la policía lo ubicó al día siguiente pero no lo detuvo, y por la ley de Texas que permite "el uso de fuerza letal si uno se ve en peligro", no está claro si irá o no a juicio.

El hecho, que ocurrió este jueves por la noche en Houston, y las shockeantes escenas quedaron registradas por unas de las cámaras de seguridad del restaurante, que estaba semivacío al momento del episodio.

La policía informó más tarde que los oficiales respondieron a una llamada al 911 sobre un tiroteo en la dirección de El Ranchito #4, un local especializado en comida mexicana. Testigos dijeron que un hombre entró al restaurante, apuntó con una pistola a los clientes y exigió que le dieran su dinero.

El comensal que iba a matarlo, un hombre calvo de mediana edad, no estaba entre los que arrojaron su dinero al piso y se mantuvo quieto cuando el ladrón ingresó y pasó a su lado. Sin embargo, cuando el delincuente se iba, el sujeto sentado sacó un arma y disparó. El ladrón ya iba camino a la puerta, le daba la espalda, y no se percató de que iba a atacarlo, cayendo de inmediato bajo la lluvia de balas.

Las autoridades identificaron al delincuente como Eric Eugene Washington, de 30 años, y descubrieron que el arma que portaba no era un arma de fuego genuina, sino una hecha de plástico, le confirmó la Policía de Houston a KHOU.

Al día siguiente, la policía de Houston comenzó a buscar al sujeto que había ejecutado a Washington sin contemplaciones, con el objetivo de interrogarlo. Finalmente los detectives de homicidios dieron con el calvo comensal, y solo lo identificaron como un hombre de 46 años. Aunque no fue arrestado, la policía dijo que el caso se remitirá a un gran jurado del condado de Harris, lo que significa que más tarde podría ser acusado. Si el caso va a juicio.

Vale destacar que, según la ley de Texas, las personas pueden usar la fuerza, incluida la fuerza letal, contra otra persona cuando creen que es "inmediatamente necesario para proteger al actor contra el uso o intento de uso de fuerza ilegal por parte del otro".

El profesor de Derecho y director del William & Mary Center for Criminal Justice Policy and Reform en Virginia, Kami Chavis, sostuvo: "Si alguien en esa habitación sintiera que le iban a disparar, y si le apuntan con un arma en la cara, sintiera que estaba en peligro de ser lastimado, habría tenido derecho a usar la defensa propia".

Para Nathan Beedle, jefe de delitos en la Oficina del Fiscal del Condado de Harris, en este caso prima el código penal del estado, por lo que el 'justiciero' no debería ir a juicio. "Si alguien usa la fuerza letal en esta situación se considera correcto según la ley de Texas".

Después del último disparo, el cliente armado devolvió el dinero robado a los otros invitados, dijo la policía de Houston. También tomó el arma falsa del cuerpo de Washington, la arrojó al otro lado de la habitación y gritó, según muestran las imágenes del video.

"El hecho de que con cuidado se la quitó de la mano al tipo y se la llevó muestra que objetiva y razonablemente creía que era un arma real", analizó Funk.

Sin embargo, los fiscales podrían argumentar que el último disparo no era necesario para seguir protegiendo a las personas dentro del restaurante del intruso.

"Creo que la mayoría de los miembros del jurado probablemente concluirán que los primeros ocho tiros fueron justos. Y pude ver que algunos jurados y fiscales lo encuentran un caso más difícil por el noveno tiro", concluyó el experto.