El papa León XIV lanzó este domingo una fuerte advertencia sobre los peligros que atraviesan a la sociedad contemporánea al referirse a la presencia de los "Herodes" de la vida moderna, a los que definió como la expresión del mito del éxito a cualquier precio, el poder ejercido sin escrúpulos y un bienestar superficial que termina dejando a las personas y a las comunidades en la soledad, la desesperación y el conflicto.
El mensaje fue pronunciado durante el rezo del Ángelus dominical, desde el balcón del Palacio Apostólico, ante una Plaza de San Pedro colmada por miles de fieles y peregrinos. En su reflexión, el Sumo Pontífice tomó como eje la huida de la Sagrada Familia tras la orden del rey Herodes de matar a los recién nacidos, ante el temor de que entre ellos se encontrara el Hijo de Dios.
"Mientras contemplamos con asombro y gratitud este misterio, pensemos en nuestras familias y en la luz que ellas también pueden aportar a la sociedad en la que vivimos", expresó León XIV, al tiempo que vinculó el relato bíblico con los desafíos actuales que enfrentan los hogares en un mundo atravesado por la ambición, la violencia y la exclusión.
El Papa recordó que Herodes fue "un hombre cruel y sanguinario, temido por su brutalidad", y subrayó que su vida estuvo marcada por la soledad y la obsesión por no perder el poder. "Precisamente por esto estaba profundamente solo y dominado por el miedo de ser derrocado", afirmó, al señalar que la orden de asesinar a los niños fue consecuencia de un corazón incapaz de dejar entrar la luz.
Según explicó, mientras en Belén Dios realizaba "el milagro más grande de la historia", cumpliendo las promesas de salvación, Herodes no pudo reconocerlo, cegado por el temor a perder su trono, sus riquezas y sus privilegios. "Hay luz y alegría, los pastores glorifican a Dios ante el pesebre, pero nada de eso logra penetrar las defensas blindadas del palacio real", reflexionó.
En contraposición, León XIV destacó el papel de la Sagrada Familia como "nido y cuna de la única respuesta posible de salvación". "Es la llama del amor doméstico que José logra salvaguardar al proteger a su familia, fuente de redención para el mundo entero", afirmó, y remarcó que esa luz puede beneficiar a todos si se mantienen abiertos los ojos y el corazón.
El Pontífice advirtió que el mundo actual "sigue teniendo siempre sus Herodes", representados en los mitos del éxito inmediato, el poder sin límites y el bienestar vacío, y que esas falsas promesas terminan generando profundas heridas sociales, como la división, la desesperación y los conflictos.
En ese marco, pidió especialmente a las familias cristianas que no permitan que esos espejismos apaguen la llama del amor. "Al contrario, proyectemos en ellas los valores del Evangelio: la oración, la frecuencia a los sacramentos —especialmente la confesión y la comunión—, los afectos sanos, el diálogo sincero, la fidelidad y la sencillez hermosa de los gestos cotidianos", sostuvo, entre aplausos y ovaciones de los fieles.
León XIV recordó además que el próximo martes 6 cerrará la cuarta y última Puerta Santa abierta en diciembre, dando por concluido el Año Santo 2025, y anunció que los días 7 y 8 de enero pondrá en marcha la segunda fase de su pontificado, iniciado formalmente tras su elección el pasado 8 de abril.
Al finalizar el Ángelus, el Papa invitó a rezar especialmente por las familias que sufren a causa de la guerra, por los niños, los ancianos y las personas más frágiles. "Confiémonos juntos a la intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret", concluyó, impartiendo su bendición a las familias del mundo entero y renovando su llamado a trabajar por la paz.
