Maduro habló de su "sueldito de presidente" y desató críticas en Venezuela
En un acto público en Caracas, el dictador venezolano ironizó sobre su salario, dijo que cobra el equivalente a unos 120 dólares y aseguró que su esposa administra ese dinero. Las declaraciones generaron fuerte repercusión en redes sociales, en un contexto de profunda crisis, inflación y pérdida acelerada del poder adquisitivo.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a quedar en el centro de la polémica tras referirse públicamente a sus finanzas personales durante un acto oficial realizado este lunes en la parroquia Macarao, al suroeste de Caracas. Con un tono que buscó ser distendido y apelando al humor, el líder del régimen chavista calificó su salario como un "sueldito de presidente" y describió, entre risas, cómo su esposa, Cilia Flores, administra esos ingresos.

Las declaraciones no tardaron en generar una ola de críticas en redes sociales, especialmente por el contraste entre el relato presidencial y la profunda crisis económica que atraviesa el país, marcada por salarios de subsistencia, una inflación persistente y una fuerte devaluación de la moneda local.

"Tengo una sola cuenta, una cuentica de ahorro, donde me depositan mi sueldito de presidente, que no le veo la cara", afirmó Maduro ante militantes y funcionarios. En ese mismo mensaje, aseguró que no es ni ha sido un magnate y que no aspira a acumular riqueza material. "Yo no quiero riquezas para mi vida", enfatizó.

Sin embargo, uno de los puntos que más llamó la atención fue la forma en que el mandatario decidió revelar el monto de su salario. Lejos de expresarlo en bolívares, la moneda oficial venezolana, Maduro utilizó como referencia el Petro, una criptomoneda creada por el propio Gobierno en 2018 con supuesto respaldo en las reservas petroleras del país y que actualmente ya no se encuentra en circulación.

"Yo gano dos Petros, dos Petros", afirmó el presidente, aclarando que ese monto equivale aproximadamente a 120 dólares mensuales. Luego, retomó el tono humorístico para señalar que nunca llega a disponer de ese dinero: "Esa platica no le veo la cara, porque cuando la voy a buscar, ya Cilita la agarró para comprar una cosita", expresó, en alusión a su esposa.

Maduro continuó con la anécdota y agregó que intentó cambiar varias veces la clave de su cuenta bancaria para evitar que el dinero fuera retirado antes de tiempo. "He cambiado la clave veinte veces, yo no sé cómo ella se entera de la clave. Te dije que te iba a denunciar", dijo entre risas, generando reacciones encontradas incluso entre sus seguidores.

El mandatario también relató un episodio reciente vinculado al cobro de los aguinaldos. "Ahorita me depositaron los aguinaldos, fui a buscarlos rapidito para tomarme una fría con unos amigos. No pude, no pude", sostuvo, y concluyó: "Así que, imagínense ustedes".

Las palabras del presidente se dieron en un contexto especialmente delicado para la economía venezolana, atravesada por un fuerte deterioro del ingreso real de la población. En lo que va de 2025, el bolívar perdió un 84,8% de su valor frente al dólar, según datos oficiales. La cotización de la divisa estadounidense pasó de 52,02 bolívares a comienzos del año a 342,93 bolívares al 26 de diciembre, lo que implica un aumento del 559,3%.

En paralelo, el salario mínimo en Venezuela permanece congelado desde marzo de 2022 en 130 bolívares mensuales, lo que equivale aproximadamente a un dólar al tipo de cambio oficial del Banco Central de Venezuela. Esta cifra contrasta de manera abrupta con el costo de vida en el país.

De acuerdo con estimaciones del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el valor de la canasta alimentaria básica supera los 500 dólares mensuales, una cifra inalcanzable para la mayoría de los trabajadores venezolanos. En ese escenario, las declaraciones de Maduro fueron interpretadas por amplios sectores de la sociedad como desconectadas de la realidad cotidiana.

La controversia se profundizó aún más por el contexto internacional y político del día: las declaraciones del mandatario coincidieron con anuncios del expresidente estadounidense Donald Trump, quien aseguró haber ordenado la destrucción de una zona portuaria utilizada por redes de narcotráfico en Venezuela para el envío de drogas, sumando tensión al escenario regional.