Rusia volvió a intensificar su ofensiva contra Ucrania con un ataque masivo que alcanzó al menos 13 localidades y provocó 3 muertos y 49 heridos, según informaron fuentes oficiales en Kiev. El presidente Volodimir Zelenski denunció que el bombardeo afectó "casi todo el país", incluyendo regiones como Leópolis, Volinia, Ternópil, Kiev, Sumi y Poltava, entre otras.
El ataque incluyó 407 drones y 45 misiles, de los cuales solo la mitad fueron interceptados por las defensas ucranianas. Las fuerzas rusas utilizaron drones kamikaze y señuelos para saturar los sistemas antiaéreos. Según Zelenski, se trató de un intento deliberado de colapsar la capacidad de defensa y sembrar el terror en zonas residenciales.
"Rusia debe pagar por esto", dijo el mandatario ucraniano, que volvió a reclamar más presión internacional contra Moscú. Dirigiéndose a Washington, Bruselas y otras capitales, advirtió: "Si alguien no ejerce presión y le da más tiempo a la guerra para matar gente, eso es complicidad".
Las palabras del presidente también dejaron una crítica implícita al expresidente estadounidense Donald Trump, a quien responsabiliza por la falta de medidas concretas para frenar a Putin en las recientes conversaciones de paz.
Rusia endurece el discurso y habla de "guerra existencial"
Desde el Kremlin, el vocero Dmitri Peskov calificó el conflicto como "una guerra existencial" para Rusia, y justificó la ofensiva como una cuestión de "seguridad nacional, futuro e intereses". La declaración se produce mientras las negociaciones de paz promovidas por Trump parecen congeladas tras el rechazo de Zelenski a las condiciones impuestas por Moscú.
Entre los puntos inaceptables para Kiev figuran el retiro ucraniano de cuatro regiones ocupadas y la renuncia formal a unirse a la OTAN. Zelenski los tildó de "ultimátums".
En respuesta al ataque ruso, el ejército ucraniano afirmó haber bombardeado con éxito dos bases aéreas en territorio ruso, mientras Moscú asegura haber derribado 174 drones lanzados desde Ucrania.
Escalada sin freno
El nuevo bombardeo es el primero de este tipo desde que Ucrania logró dañar decenas de aeronaves rusas el domingo pasado, en una de las operaciones más audaces de su ejército desde el inicio de la guerra en febrero de 2022. La violencia crece y la paz parece cada vez más lejana.