En represalia a las medidas lanzadas por la Casa Blanca ante la invasión a Ucrania, Rusia aprobó sanciones contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el secretario de Estado, Antony Blinken; y una larga lista de otros funcionarios.
El contraataque de Moscú marca un nuevo capítulo en la escalada en las tensiones entre el presidente Vladimir Putin y Occidente mientras las fuerzas militares del Kremlin continúan con su avanzada.
Según el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, la reacción de Moscú es "consecuencia inevitable" por el "rumbo extremadamente rusofóbico tomado por la actual administración estadounidense".
En la lista de funcionarios sancionados aparecen también el secretario de Defensa, Lloyd Austin; el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley; el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan; el director de la CIA, William Burns; y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, entre otros.
La sanción impide la entrada a Rusia a cualquiera de estas personas, aunque el Kremlin no descarta el contacto con funcionarios estadounidenses "si cumplen con los intereses nacionales", según indicó la señal de noticias RT.
“No nos negamos a mantener relaciones formales si responden a nuestros intereses nacionales, y si es necesario, resolveremos los problemas derivados de la condición de personas que aparecer en la lista negra para organizar contactos de alto nivel”, aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
