Tras 20 meses de desplazamiento, siete kibutz israelíes reabrirán sus puertas
Los residentes de siete comunidades rurales evacuadas tras el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023 podrán regresar esta semana. El gobierno de Israel confirmó que dejará de financiar el alojamiento temporario de los desplazados.

Tras casi 20 meses de haber sido evacuados por motivos de seguridad, los habitantes de siete kibutz israelíes situados en la frontera con Gaza podrán regresar a sus hogares a partir de este martes. La decisión fue confirmada este domingo por la administración de Tekuma, el organismo gubernamental encargado de la rehabilitación de estas comunidades.

La medida forma parte del plan de reapertura de 12 kibutz que fueron blanco directo del ataque del grupo Hamas el 7 de octubre de 2023, fecha en la que murieron unas 1.200 personas y otras 251 fueron secuestradas en suelo israelí. Muchas de estas comunidades agrarias, situadas a pocos kilómetros de la Franja de Gaza, sufrieron destrucción total o parcial de sus viviendas.

Según precisó Tekuma, ya finalizaron las obras en Kerem Shalom, Reim, Nirim y Ein Hashlosha, y se autoriza también el retorno a Sufa, Nir Yitzhak y Netiv Haesra, donde no se requerían trabajos estructurales mayores. En tanto, en Nahal Oz las tareas continuarán hasta agosto, con el objetivo de que los habitantes puedan volver antes del próximo ciclo escolar.

En noviembre se prevé la reapertura del kibutz Kissufim, mientras que otros tres -Kfar Aza, Holit y Beeri- deberán esperar hasta 2026, ya que allí continúan las labores de reconstrucción más complejas.

Además, el gobierno de Israel anunció que dejará de financiar el alojamiento de los desplazados cuyas comunidades ya estén habilitadas para la vuelta. Esta disposición no se aplicará a quienes residen en kibutz que aún permanecen bajo obras de mantenimiento o seguridad.

Entre los lugares que volverán a ser habitados se encuentra el kibutz Reim, tristemente recordado por su cercanía al festival de música Nova, uno de los epicentros de la masacre del 7 de octubre. Allí fueron asesinadas unas 350 personas y otras 40 secuestradas por los milicianos de Hamas que irrumpieron durante la madrugada, sorprendiendo a miles de jóvenes que asistían a una "rave".

Ese mismo día, el gobierno israelí lanzó una ofensiva contra Gaza que, hasta el momento, dejó un saldo de 56.500 muertos, según cifras del Ministerio de Salud gazatí controlado por Hamas.