Tras semanas internado, el Papa Francisco muestra signos de mejoría
El pontífice sigue necesitando un alto flujo de oxígeno a través de cánulas nasales durante el día, y por la noche, utiliza ventilación mecánica no invasiva

El Papa Francisco ha pasado su noche número 29 en el Hospital Gemelli de Roma debido a complicaciones respiratorias. Su evolución es estable, aunque dentro de un cuadro complejo, según fuentes vaticanas. A pesar de que ya no corre peligro inmediato, sigue recibiendo oxígeno a altos flujos durante el día y requiere ventilación mecánica asistida por las noches.

El equipo médico del Vaticano ha optado por emitir partes médicos en días alternos, reflejando una situación estable pero que aún requiere atención especializada. La duración de esta hospitalización la convierte en la más prolongada del pontífice desde el inicio de su papado.

Una internación histórica: comparación con otros pontífices

Con 29 días en el hospital, Francisco ha superado la duración de internaciones anteriores de pontífices recientes. En 2021, el Papa había permanecido 10 días internado tras una operación de colon. Esta estadía también ha sobrepasado los 28 días que Juan Pablo II pasó hospitalizado en 1994 tras una operación de cadera.

Sin embargo, la internación papal más extensa en tiempos modernos sigue siendo la de Juan Pablo II en 1981, cuando pasó 55 días en el hospital a raíz de una infección tras el atentado en su contra.

Tratamiento y evolución: las medidas adoptadas por los médicos

El Papa Francisco continúa bajo un estricto protocolo médico. Durante el día recibe oxígeno a alto flujo mediante cánulas nasales, y por la noche se le aplica ventilación asistida. Los análisis recientes han mostrado una respuesta favorable a la terapia farmacológica, aunque los especialistas han decidido prolongar su estancia hospitalaria como medida de precaución para evitar recaídas.

A pesar de su mejora, Francisco ha reducido significativamente sus actividades públicas, aunque ha seguido desempeñando algunas funciones desde su habitación en el hospital. Ha continuado con la firma de decretos y ha recibido la visita de colaboradores cercanos, lo que sugiere que sigue atento a sus responsabilidades.

Incertidumbre sobre su participación en Semana Santa

Uno de los principales interrogantes es si el Papa podrá presidir las ceremonias de Semana Santa, programadas entre el 13 y el 20 de abril. La falta de una fecha concreta para su alta ha generado incertidumbre sobre su capacidad para encabezar los eventos litúrgicos más importantes del calendario católico.

Hasta el momento, el Vaticano no ha emitido comunicados oficiales sobre su participación en estas celebraciones. Sin embargo, fuentes cercanas sugieren que, de ser necesario, algunas de sus funciones podrían ser delegadas a cardenales de alto rango, como ya ocurrió en ocasiones anteriores.

Celebraciones en el hospital y apoyo internacional

A pesar de la situación, el Papa ha mantenido su espíritu animado. El pasado jueves celebró el duodécimo aniversario de su pontificado junto al personal sanitario, quienes le llevaron una torta con velas para conmemorar el día en que fue elegido pontífice en 2013.

Mientras tanto, el viernes se llevará a cabo una misa en la capilla Clementina del palacio pontificio, presidida por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, junto a embajadores acreditados ante la Santa Sede. El objetivo de la ceremonia será orar por la pronta recuperación del Santo Padre.

Un proceso de recuperación vigilado de cerca

El estado de salud del Papa Francisco sigue siendo un tema de atención global. Aunque su condición ha mostrado signos de mejoría, su cuadro sigue siendo delicado, lo que ha llevado a los médicos a optar por una recuperación cautelosa antes de autorizar su alta. La posibilidad de que delegue sus funciones en Semana Santa refleja la prudencia con la que se está manejando su situación.

La comunidad católica y el mundo en general permanecen atentos a la evolución de su salud, con la esperanza de que pronto pueda retomar sus actividades regulares. Mientras tanto, la prolongada internación del Papa Francisco marca un capítulo inédito en su pontificado y en la historia reciente del Vaticano.