Donald Trump confirmó que Estados Unidos duplicará la tasa arancelaria sobre el acero extranjero, llevándola del 25% al 50%. El anuncio se realizó durante una visita a la planta Mon Valley Works-Irvin de U.S. Steel, en West Mifflin, Pensilvania.

La medida, que representa un incremento arancelario del 100%, podría presionar aún más los precios de un insumo clave para la construcción de viviendas, la industria automotriz y otros sectores manufactureros.

Durante el acto, Trump también celebró las futuras inversiones de la empresa japonesa Nippon Steel en territorio estadounidense. Al dirigirse a los trabajadores de U.S. Steel, aseguró que la compañía "seguirá siendo estadounidense", a pesar de estar en proceso de ser adquirida por la firma nipona.

En ese sentido, fuentes del Partido Republicano señalaron que Trump planea implementar una "acción de oro" —una cláusula especial de control— para garantizar que EE.UU. mantenga poder de decisión sobre la empresa, aunque no se precisaron detalles sobre los alcances concretos de esa medida. Durante la campaña, Trump había prometido frenar la venta de U.S. Steel a capitales extranjeros.

Según el índice de precios al productor elaborado por el gobierno estadounidense, el precio de los productos de acero ha subido un 16% desde el inicio del mandato de Trump.

Impacto en la industria argentina

La decisión de Estados Unidos de endurecer su política arancelaria generó alarma en el sector siderúrgico argentino, que depende en buena medida de las exportaciones a ese mercado.

Actualmente, Argentina exporta unas 180.000 toneladas anuales de productos de acero a Estados Unidos. Además, envía unas 150.000 toneladas de tubos para la industria petrolera, según datos del sector. Una empresa local concentra más del 50% del acero exportado hacia ese destino y cerca del 90% de su producción total tiene como destino el mercado estadounidense.

El impacto no se limita solo al acero. De acuerdo con el Aluminium Import Monitoring de la International Trade Administration de EE.UU., en enero pasado —último mes con datos oficiales—, Argentina exportó 15.025 toneladas de aluminio a ese país, lo que representa el 2,5% del total importado por Estados Unidos (514.205 toneladas).

El aumento de aranceles representa un duro golpe para la competitividad de las empresas argentinas en un mercado clave, y plantea nuevos desafíos para la estrategia exportadora del sector metalúrgico nacional.