Trump y Putin ya están en Alaska para su cumbre crucial
El encuentro se realiza en la base militar de Alaska. Los líderes llegan con intenciones contrapuestas, mientras la ausencia de Volodímir Zelenski genera preocupación en Europa.

Con el objetivo de buscar un acuerdo para la paz entre Rusia y Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Rusia, Vladímir Putin, se reunieron en la base militar Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska. El encuentro, el primero entre ambos en el segundo mandato de Trump, ha generado gran expectativa internacional, aunque también profundas dudas sobre su posible éxito.

Horas antes de la cumbre, Trump había declarado a la prensa que su principal objetivo era lograr que Putin "vuelva a la mesa de negociaciones". Sin embargo, el analista Lucien Kim del Crisis Group advirtió que las intenciones de ambos líderes son dispares. "Para Trump será una cumbre de paz, pero Putin se centrará más en hacer las paces con EE.UU. Siente que está ganando la guerra y arriesga muy poco", señaló.

La cumbre se desarrolla sin la participación del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ni de los líderes de la OTAN. Esta ausencia es una de las principales preocupaciones en Bruselas, donde se teme que Trump intente redibujar el mapa de Ucrania sin la aprobación de Kiev.

En una entrevista con Fox News Radio, Trump sugirió que el encuentro podría ser un preludio para una segunda reunión crucial, donde "se alcanzará un acuerdo" que implicará hablar de "fronteras y territorios". De esta manera, el magnate republicano deja entrever la posibilidad de que Ucrania ceda parte de su territorio ocupado, algo que ya había planteado en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

Por su parte, Putin llega a la cumbre con una postura inflexible. Exige que Ucrania reconozca la anexión de Crimea, Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, además de que se comprometa a no unirse a la OTAN. El analista Oleg Ignatov afirmó que "Putin cree que está ganando la guerra y que está en una posición fuerte, y ciertamente no está pensando en compromisos dolorosos".

A pesar de la presión de Trump, quien advirtió a Putin con "consecuencias muy graves" si no negocia, el jefe del Kremlin se muestra firme en sus exigencias. La cumbre en Alaska es un primer paso, pero el camino hacia la paz parece aún muy lejano, especialmente si no se llega a una solución que satisfaga a todas las partes involucradas.