El brutal asesinato de Sandra Mundle, una maestra jubilada de 83 años, ha generado indignación y asombro en Washington D.C. Su nieto, Christopher Neil Holness Jr., confesó el crimen a sus familiares, describiéndolo como un "sacrificio para Dios". La escalofriante historia revela una combinación de problemas de salud mental y violencia premeditada que culminó en una tragedia.
Confesión y evidencias clave
El viernes 17 de enero, Holness llamó a sus familiares desde el teléfono de Mundle para confesar el asesinato. Aunque inicialmente no le creyeron, el joven de 31 años envió una fotografía del cuerpo sin vida de su abuela como prueba. Según la declaración jurada presentada ante la Corte Superior de Washington D.C., Holness justificó su acción afirmando que Mundle había sido un "sacrificio".
"Como dije, ella fue un sacrificio", afirmó en la llamada, según la declaración jurada de arresto presentada ante la Corte Superior de Washington D.C., reportó The Washington Post.
La policía llegó al apartamento de Mundle en el complejo Walden Commons poco antes del mediodía. Holness se entregó sin resistencia y fue detenido en el lugar. En la habitación, los agentes encontraron el cuerpo de la mujer con múltiples heridas de arma blanca, mientras que el cuchillo de carnicero utilizado en el ataque fue hallado cerca del fregadero de la cocina. La escena mostraba rastros de sangre en varios puntos, incluidos la mesa del comedor y el piso.
Un proceso judicial en curso
Holness fue acusado inicialmente de asesinato en segundo grado, pero los fiscales elevaron los cargos a asesinato en primer grado, lo que sugiere una planificación premeditada. Durante su detención, el acusado declaró reiteradamente que su abuela "tenía que morir", declaraciones captadas por las cámaras corporales de los oficiales.
El juez ordenó su detención sin derecho a fianza el sábado 18 de enero, mientras que su audiencia preliminar está programada para el 30 de enero en la Corte Superior de Washington D.C. La defensa de Holness, encabezada por Emily Sufrin, no ha emitido declaraciones al respecto.
Sandra Mundle: una víctima inocente
Mundle, descrita como una mujer dulce y cariñosa, era una maestra jubilada que había dedicado su vida a la educación. Sus familiares resaltaron el afecto que sentía por su nieto, a pesar de los desafíos que él enfrentaba. "Ella lo amaba mucho", comentó un allegado bajo anonimato. Con este caso, Mundle se convierte en la víctima de homicidio de mayor edad registrada en Washington D.C. desde 2022.
Un historial de violencia y salud mental
Holness tiene antecedentes judiciales relacionados con agresión doméstica y problemas de salud mental. En 2017, fue condenado por agresión y pasó varios meses en tratamiento psiquiátrico. Un familiar confirmó que el joven había sido diagnosticado con esquizofrenia, aunque no estaba seguro de si seguía su tratamiento.
Horas antes del crimen, el personal de seguridad del edificio notó a Holness deambulando por los pasillos y lo vieron entrar al apartamento de su abuela. Cuando se le preguntó a Mundle si todo estaba bien, ella respondió que sí. Esa fue la última vez que fue vista con vida.