El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó al ejército ruso de dejar atrás un “completo desastre” en su retirada. En un nuevo discurso en redes sociales, afirmó: “Están colocando minas en casas, incluso en cadáveres de gente muerta”. También advirtió sobre bombardeos rusos en las zonas de las que se retiran.

A partir de esto, el presidente comunicó que aún no se puede retomar “una vida normal, como era antes, tampoco en los territorios que estamos recuperando tras los combates”. Zelenski le recomendó a la población ucraniana que espere a que se compruebe que los lugares que los rusos abandonaron ya son seguros.

En la misma línea, explicó que: “Tenemos que esperar hasta que se haya desminado nuestra tierra, esperar a que podamos garantizarles que no habrá más bombardeos”.

Después de semanas de combate, Ucrania informó este sábado que ya tiene controlada toda la región de Kiev desde que las tropas rusas se retiraron del lugar.

La viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, aseguró en sus redes sociales que “las localidades de Irpin, Bucha, Gostomel y toda la región de Kiev fueron liberadas del invasor”.

A su vez, Mijailo Podoliak,, el asesor presidencial ucraniano, había informado antes que las fuerzas rusas estaban realizando una rápida retirada de las zonas cercanas a la capital Kiev y de la ciudad Chernigov, en el norte del país. “Está bastante claro que Rusia escogió otra táctica prioritaria: retirarse hacia el este y el sur, mantener el control de vastos territorios ocupados y ganar un poderoso punto de apoyo allí”.

Asimismo, esto sintoniza con el anuncio de esta semana por parte del Kremlin sobre reducir sus operaciones en torno a Kiev y Chernigov para centrarse en las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este.