Con un estricto protocolo sanitario y un fuerte dispositivo policial, principalmente en las afueras del edificio de la Cámara Penal de Primera Nominación, dará inicio desde hoy el juicio oral y público que tendrá en el banquillo de los acusados al joven Naim Vera. El muchacho de 19 años, quien será trasladado desde el penal de Miraflores al recinto de la Cámara, debe responder por el supuesto delito de homicidio agravado por femicidio.  
El primero de marzo del año 2020, según la requisitoria fiscal, Vera dio muerte a Brenda Micaela Gordillo en el departamento de un familiar de calle Ayacucho Norte, y luego, intentó deshacerse del cuerpo prendiéndole fuego en un chulengo. Finalmente, desmembró el cuerpo y lo colocó en bolsas, algunas de las cuales desechó en un contenedor cercano al inmueble y otros intentó, ocultarlos en una caja y enterrarlos a la vera de la Ruta Provincial N° 4 camino a El Rodeo. 
En diciembre del año pasado, Naim habló por primera vez ante el fiscal. Reconoció haber asesinado a Brenda, pero negó haber mantenido con la joven una relación de pareja. Al parecer, es una estrategia defensiva que busca “sacarle” el agravante del femicidio “por mediar una relación de pareja” a la imputación y buscar así que, en caso de ser condenado por el tribunal la pena no sea perpetua, tal como lo prevé el femicidio.  
La primera audiencia del juicio está prevista para las 9.00 de la mañana y solo podrán estar presente en el recinto 20 personas. 
El tribunal encargado de juzgar a Naim Vera estará  integrado por los jueces Fernando Esteban, como presidente y como decanos, los Dres. Mauricio Navarro Foressi y Rodolfo Moreno. 
A cargo del Ministerio Público Fiscal, es decir, la parte acusadora, estará el fiscal titular de la Cámara, Dr. Jorge Silva Molina, y el fiscal coayudante Dr. Hugo Costilla, quien fue el que instruyó la investigación penal preparatoria. Por la parte querellante, en representación de la familia de Brenda, estará en la sala su mamá María Espeche acompañada por sus abogados Sebastián Ibañez y Bruno Jerez, el imputado y sus dos abogados defensores. Además de dos efectivos policiales en el recinto. 
Por el protocolo de bioseguridad diagramado por el COE y el departamento de recursos médicos de la Corte de Justicia, la estructura de la sala del debate debió modificarse, colocándose, por ejemplo, sillas de oficina en reemplazo de los bancos.