A días de que comience el juicio por jurado que lo tendrá en el banquillo, Alejandro Barros, esposo de Liliana Garabedian, rompió el silencio y mencionó sobre el proceso judicial en su contra. El hombre deberá responder por el delito de abandono de persona agravado por el vínculo, tras el fallecimiento de su esposa.
"Quisiera que todo esto se termine lo antes posible, pero hay que seguir los tiempos de la justicia", expresó Barros, quien se mostró sereno y acompañado por su hijo, la novia de su hijo y un amigo cercano. "Estoy tranquilo, esperando el momento para poder hablar y contar la verdad", afirmó, luego de la audiencia de admisión de pruebas realizadas este martes
Barros sostuvo que durante estos años ha visto "versiones parciales y contradictorias" en los medios. "Leo los diarios todos los días y veo cómo cambian las versiones, una vez para un lado, otra vez para el otro. Pero lo más importante es que pronto se sabrá la verdad. Es lo único que espero", insistió y volvió a pronunciarse inocente del homicidio de Liliana.
Consultado por este medio sobre las recientes declaraciones de la fiscalía, que enmarcaron el caso dentro de un contexto de violencia de género, Barros aseguró no haberse sorprendido. "Desde el principio esto se trató por otro lado, no como corresponde. Entiendo las posiciones políticas, judiciales y también la opinión de la gente. Yo también soy padre y madre", señaló.
Al recordar su vínculo con Liliana, el acusado rememoró un momento en el Juzgado de Familia, en el que, según sus palabras, ella le pidió que cuidara de sus hijos. "Yo le dije que se quedara tranquila, que los chicos estaban bien y que la estaban esperando. Siempre quise que estuviera bien, más allá de la relación entre nosotros", relató.
En ese sentido afirmó que ese día se había presentado ante el Juzgado para ponerse a disposición y negó tener algo que ocultar. "Ustedes pueden observar cómo estoy. Obviamente es fuerte estar en este lugar, pero no tengo nada que esconder", declaró.
Respecto a los hechos previos al fallecimiento de Garabedian, Barros mencionó que su esposa había comenzado a sacar pertenencias del hogar y que la situación fue advertida incluso por la madre de ella. "Me llamó porque no entendía qué estaba pasando. Mis hijos estaban mal. Ella sacaba las cosas diciendo que eran mucho lujo. La gente que pasaba se las llevaba, me preguntaban si no había más cosas".
"Yo no estaba en la casa en ese momento, estaba en lo de mi hermana. Trabajo toda la semana fuera y solo vuelvo los fines para estar con mi familia. Todo mi esfuerzo fue y sigue siendo para mi familia, no para mí", remarcó.
Por ello, concluyó: "Nunca hubiese querido que ella falleciera. ¿Cómo voy a querer algo así para la madre de mis hijos?"
El juicio que enfrentará Alejandro Barros será por el delito de abandono de persona agravado, y estará a cargo de la jueza directora Patricia Olmi popular. El juicio esta previsto para el 4 de junio.
Cabe recordar que el 12 de diciembre de 2010 fue hallado el cuerpo sin vida de Sonia (37) en un descampado cercano a Nueva Coneta.
Los informes sostenían que la mujer había muerto por inanición y deshidratación. Sin embargo, las pericias de Gendarmeria Nacional concluyeron que la causa de muerte fue asfixia por estrangulamiento.
Vale destacar que desde un principio la querella apuntaba a Barros como el sospechoso natural, dado que se indicaba que la víctima vivía en un contexto de violencia de género.