El brutal doble femicidio de Luna Giardina (24) y su madre, Mariel Zamudio (50), ocurrido en el barrio Villa Serrana de Córdoba capital, sigue generando conmoción. El principal sospechoso, Pablo Laurta, de nacionalidad uruguaya, fue detenido el domingo en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú tras una intensa búsqueda que se extendió por dos provincias. El hombre fue imputado por doble homicidio agravado por mediar violencia de género y por el uso de arma de fuego, y será trasladado a la cárcel de Bouwer mientras se avanza con la investigación judicial.
Laurta, de 36 años, había huido de Córdoba junto a su hijo de 5 años, quien —según sospechan los investigadores— presenció el asesinato de su madre y su abuela. El niño fue encontrado ileso y se encuentra bajo resguardo, mientras se define quién quedará a cargo de su tutela.
Según trascendió, Luna se había mudado desde Uruguay a Córdoba hacía tres años, escapando de una historia previa de violencia de género. Había denunciado a Laurta y contaba con un botón antipánico otorgado por la Justicia cordobesa.
El fiscal Gerardo Reyes, del Fuero de Violencia Familiar, está a cargo de la investigación del doble crimen y del secuestro del niño. Dispuso una serie de peritajes y medidas procesales —entre ellas, análisis de comunicaciones, testimonios y registros fílmicos— para reconstruir la secuencia de los hechos y determinar si existió algún tipo de negligencia institucional previa.
Los investigadores también ordenaron peritajes psiquiátricos para evaluar el estado mental del acusado. "Será clave para determinar si es imputable o no", explicaron fuentes judiciales a La Voz.
Sospechas que se multiplican
La causa principal por el doble femicidio podría no ser la única que enfrente Laurta. La Justicia investiga su posible implicancia en otros hechos criminales recientes, ocurridos en Córdoba y Entre Ríos.
Uno de ellos es la desaparición del chofer de Uber Martín Palacios, quien habría trasladado a Laurta desde Entre Ríos hacia Córdoba días antes del crimen. El auto del conductor, un Toyota, apareció calcinado en Villa Retiro, al norte de la capital cordobesa. Desde entonces, el joven permanece desaparecido y su familia reclama respuestas.
Además, se indaga si el acusado podría tener algún vínculo con el incendio ocurrido el mismo sábado en una iglesia evangélica de Villa Serrana —la misma zona donde se cometió el doble femicidio—, en el que murieron dos nenas de 1 y 5 años. El fuego se desató durante una actividad religiosa organizada por familias uruguayas y dejó un saldo devastador. Los peritos aún trabajan para determinar si se trató de un accidente o de un hecho intencional.
Cómo ocurrió el doble crimen
El ataque se produjo el sábado al mediodía en una vivienda ubicada en calle San Pedro de Toyos, cerca de Argüello. Testigos señalaron haber visto a Laurta merodeando la zona e incluso "sobre el techo" de la casa de su expareja en días previos.
De acuerdo con las primeras reconstrucciones, el hombre habría irrumpido armado en la vivienda y disparado contra Luna y Mariel, quienes murieron casi en el acto. Luego, huyó llevándose a su hijo.
El caso se descubrió al anochecer, cuando familiares y vecinos, preocupados porque no lograban comunicarse con las mujeres, dieron aviso a la Policía. Al llegar, los efectivos se encontraron con una escena de horror: ambas víctimas habían sido asesinadas a balazos.
Una cámara de seguridad registró a Laurta con el niño en brazos saliendo de la zona y subiendo a un taxi rumbo a la Terminal de Ómnibus.
La captura
El ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, relató que la investigación avanzó gracias al rastreo de antenas de telefonía y la colaboración de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DAJUDECO). Gracias al entrecruzamiento de datos, los agentes lograron ubicar al prófugo en un hotel de Gualeguaychú, donde fue detenido el domingo al mediodía mientras almorzaba con su hijo.
El operativo fue llevado a cabo por la policía entrerriana, en coordinación con efectivos cordobeses. "Agradecemos el trabajo conjunto con el ministro Néstor Roncaglia y su equipo", destacó Quinteros.
Aunque el niño presenció la detención, se encuentra a salvo y bajo cuidado de profesionales especializados. En tanto, Laurta será alojado en el Servicio Penitenciario de Bouwer y quedará a disposición de la Justicia, mientras las causas paralelas por la desaparición del remisero y el incendio de la iglesia continúan bajo investigación.
La comunidad cordobesa permanece en shock y exige justicia. El caso reavivó el debate sobre las fallas en la protección de víctimas de violencia de género y la necesidad de revisar los protocolos de actuación frente a situaciones de alto riesgo.