Tras 12 años de la muerte de Sonia Liliana Garabedián, y que la causa se caratulara como muerte dudosa, finalmente con la pericia del Equipo Tanatológico de Gendarmería Nacional Argentina, que ratificó la realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), la causa podría tomar un nuevo giro: El dictamen confirmó que Sonia murió por asfixia por estrangulamiento.

Conocido el dictamen de Gendarmería Nacional, Iván Sarquís, el abogado que representa en la querella a Leonilda Carrizo, madre de Sonia, solicitó que se investigue a Pablo Barros, quien fuera el marido de Garabedián, por ese entonces numerario de la Policía Provincial. Asimismo, adelantó que pedirá a la fiscal que lleva adelante la causa, Dra. Jéssica Miranda, se recaratule la causa como “homicidio” y se impute a Barros por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”.

En diálogo con LA UNIÓN, el abogado Sarquís explicó: “Como nosotros venimos investigando en un contexto de violencia de género, que esta situación se degeneró en un contexto de conflicto con su marido y todas las situaciones previas y concomitantes al hecho, consideramos que el sospechoso natural de la causa (por Barros) y pedimos inmediatamente el apartamiento de la querella a representar, que se lo impute por el homicidio de Sonia y se recaratule la causa que lleva hace 12 años como muerte dudosa y que se pida auxilio inmediato de ahora en más de la Policía Federal o Gendarmería, de cualquier fuerza policial nacional, puesto que todo lo que ha hecho la justicia y la policía de Catamarca, en su gran mayoría, lo único que ha hecho es perpetuar la impunidad de este crimen.”

El informe de Gendarmería explicó el abogado, cuestiona el informe del médico de la policía y la autopsia realizada que había señalado que Sonia Liliana había muerto “por inanición y deshidratación”. Cabe recordar que Sarquís solicitó la intervención del equipo tanatológico federal luego de que se observaran diferencias significativas entre la primera autopsia y la del EAAF, que determinaba que la causa de muerte fue por asfixia mecánica por lazo.

La pericia de Gendarmería, además de cuestionar la actuación de la policía de Catamarca, también cuestiona el informe de la autopsia psicológica, según advirtió Sarquís.

“Este es un informe de un pedido que nos llevó siete años conseguir que la Justicia de Catamarca lo pidiera. Nos llevó dos fiscales. Tuvimos que sufrir durante mucho tiempo el desdén de muchos de los fiscales que nos tocaron”, señaló con dureza el abogado querellante.

El caso

Fue el 12 de diciembre del 2010 cuando encontraron el cuerpo sin vida de Sonia Liliana Garabedián (37), debajo de un árbol en un descampado, a escasos metros de la Escuela Agrotécnica de la localidad de Nueva Coneta. Sonia había sido denunciada como desaparecida por su familia.

En aquella ocasión, el informe de autopsia de los médicos de la policía de Catamarca había determinado que la causa de muerte fue por inanición y deshidratación, algo que fue cuestionado por la familia, que sostuvo la hipótesis de que la mujer había sido asesinada.

Posteriormente, el Equipo Argentino de Antropología Forense en 2015 determinó que, por el contrario, había muerto por asfixia, a raíz de lo cual, y, ante las inconsistencias, se solicitó la intervención del equipo tanatológico de la Gendarmería Nacional, que finalmente determinó que la joven mujer murió de manera violenta, ratificando la pericia del EAAF.