Liberaron de forma anticipada a Brenda Barattini, condenada por mutilar a su amante en 2017
La arquitecta recibió la libertad condicional antes de lo previsto tras completar cursos en prisión. Había sido sentenciada a 13 años por cortarle el pene a su amante con una tijera de podar. Deberá cumplir estrictas condiciones y tiene prohibido acercarse a la víctima.

La Justicia de Córdoba concedió la libertad condicional anticipada a Brenda Micaela Barattini, la arquitecta condenada por mutilar a su amante en 2017 en un caso que adquirió notoriedad nacional. Barattini cumplía una pena de 13 años de prisión por el delito de "tentativa de homicidio" y, según el fallo original, debía permanecer detenida hasta noviembre de 2030.

Sin embargo, tras casi ocho años alojada en la cárcel de Bouwer, la mujer accedió al beneficio de libertad condicional antes de tiempo. De acuerdo con la información publicada por La Voz, Barattini estaba en condiciones legales de solicitar el beneficio recién el 25 de noviembre de 2026. Aun así, el juez de Ejecución Facundo Moyano Centeno resolvió otorgarle la salida días atrás, luego de que la defensa acreditara que la interna obtuvo 10 meses y 3 días de reducción de la pena por la realización de diversas capacitaciones y cursos dentro del establecimiento penitenciario, como lo establece el régimen de estímulo educativo.

En su nueva etapa en libertad, Barattini fijó domicilio en Comodoro Rivadavia, su ciudad de origen. Allí deberá realizar tratamiento psicológico ambulatorio y reportarse mensualmente ante el Patronato del Liberado. Además, continúa vigente una orden de restricción perimetral de mil metros que le prohíbe cualquier contacto o acercamiento con su examante, la víctima del ataque.

El episodio que llevó a Barattini a la cárcel ocurrió en noviembre de 2017, en el departamento del hombre al que mantenía como amante, identificado como Sergio F.. En ese momento, ella tenía 26 años y él, 40. Durante un encuentro, la mujer utilizó una tijera de podar para agredirlo, provocándole la sección del 90% del pene y lesiones graves en los testículos. Tras el ataque, Barattini se entregó por voluntad propia ante la Policía y fue detenida de inmediato.

El caso tuvo una amplia repercusión mediática, especialmente cuando se filtraron imágenes del hombre herido, cubierto de sangre, así como fotografías de las intervenciones quirúrgicas que posteriormente requirió. Los médicos lograron reconstruirle los genitales, aunque debió atravesar un proceso largo y complejo de recuperación.

En diversas entrevistas brindadas durante su detención, Barattini sostuvo que actuó como reacción a un supuesto daño emocional y psicológico. En diálogo con La Voz, aseguró: "Para que yo reaccionara de esa manera, me generó un daño muy grave. (...) Me vulneró íntimamente y eso no se hace. Ni a una mujer ni a un hombre ni a nadie". También expresó arrepentimiento por el nivel de violencia del hecho: "No lo haría de vuelta. No, porque la violencia no se apaga con violencia".

Durante el proceso judicial, Barattini afirmó que su amante había difundido un video íntimo suyo. Consultada por el diario cordobés, la mujer afirmó: "Él ha reconocido que había un video y que lo pasó". En una etapa inicial del expediente también mencionó que había sido víctima de abuso sexual, aunque posteriormente dejó de sostener esa versión.

Antes del juicio, la arquitecta ofreció 30 mil dólares a la víctima para evitar llegar a debate oral, pero tanto la fiscalía como la querella rechazaron ese acuerdo. En 2019, un jurado popular determinó por unanimidad que la agresión constituía un intento de homicidio agravado por alevosía, y el tribunal la sentenció a 13 años de prisión, tal como había solicitado la fiscalía.

La lectura del veredicto generó tensión en la sala: familiares de la acusada protagonizaron incidentes menores, y una joven fue detenida por romper el vidrio de protección de un matafuegos en el pasillo de acceso al recinto.

Con la decisión reciente de la Justicia, Barattini comenzará ahora una etapa en libertad, aunque bajo estrictas condiciones y con controles regulares, mientras continúa vigente la restricción hacia la víctima.