El juicio por la muerte de bebés en el Hospital Neonatal de Córdoba ha dado un giro impactante con los testimonios de dos madres cuyas hijas sobrevivieron a misteriosas descompensaciones entre marzo y junio de 2022. En la undécima audiencia, se expusieron detalles que resaltan la gravedad del caso y la importancia de la justicia para las familias afectadas.

Un calvario Inesperado

María Fernanda Martín, madre de P., compartió un conmovedor testimonio sobre lo ocurrido tras el nacimiento de su hija el 6 de junio de 2022. Según su relato, Brenda Agüero, una enfermera señalada en el caso, manipuló a su hija poco después del parto. En un inicio, P. parecía saludable, pero horas después surgieron las primeras señales de alerta: la bebé no se prendía al pecho, tenía manos frías y una marca de sangre en la ropa que inicialmente atribuyó al proceso de parto.

La noche del 6 de junio fue caótica en el hospital. Martín describió cómo escuchó gritos y presenció corridas mientras dos bebés perdían la vida en salas cercanas. A las 22:00 horas, los médicos notaron un gran moretón en la espalda de P., lo que llevó a su ingreso en terapia intensiva. "Me dijeron que tenía un nivel alto de potasio en sangre", explicó la madre.

La pequeña sufrió una lesión en la espalda, consecuencia de un pinchazo, que requirió cirugía. Aunque hoy P. es una niña inquieta y llena de vida, Martín vive con miedo constante. En su testimonio, le habló directamente a Brenda Agüero, quien escuchaba desde el banquillo: "No sé por qué lo hiciste, pero hablen. No hay un día que no recuerde lo que pasó".

Gabriela González: mismo miedo

Gabriela González, madre de I., aportó un testimonio que refuerza las acusaciones contra la enfermera implicada. I. nació el 26 de abril de 2022, el mismo día en que otra bebé se descompensó. González narró cómo Agüero manipuló a su hija, provocando un llanto inusual y desconcertante. Durante la internación de 11 días, González tuvo un breve encuentro con la enfermera, quien le preguntó por la salud de la bebé y expresó desconcierto sobre la falta de respuestas médicas.

La similitud entre los casos de P. e I., así como las declaraciones de las madres, apuntan a patrones de conducta alarmantes que están siendo investigados en el juicio.

Un caso que exige justicia y transparencia

El caso del Neonatal de Córdoba no solo ha dejado profundas cicatrices en las familias afectadas, sino que también ha encendido alarmas sobre los protocolos de seguridad en instituciones médicas. La gravedad de los testimonios presentados refuerza la necesidad de esclarecer los hechos y garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias.

Este juicio representa mucho más que la búsqueda de culpables; es un llamado a reformar los sistemas de salud y proteger a los pacientes más vulnerables. Las madres de P. e I. son un símbolo de resistencia y amor incondicional, y su valentía al compartir sus historias nos recuerda la importancia de no silenciar la verdad. Ahora más que nunca, la sociedad exige justicia para los bebés y sus familias.