La muerte del septuagenario cuyo cuerpo fue encontrado el lunes a la tarde por una nieta en el interior de la habitación de su casa donde vivía solo, en la localidad de Loro Huasi, departamento Santa Maria, sin vida y con quemaduras en el cuerpo, continúa siendo investigada.
El fiscal Laureano Contreras, de la Cuarta Circunscripción Judicial con asiento en Santa María, llevó adelante ayer, junto a personal de la División Homicidio y el perito en siniestro de la División Bomberos, una inspección ocular en la escena del hallazgo del cuerpo. El personal de Criminalística recogió del lugar distintos elementos que serán cotejados con otras pruebas obrantes en el expediente que permitan conocer qué le pasó a la víctima, Pedro Antonio Inga de 76 años. Además, los investigadores secuestraron de la escena, entre otros elementos, juegos de llaves, pastillas, una madera con una mancha de color rojo, la cual será analizada en el laboratorio satelital, y una estufa semi destruida. También, el fiscal ordenó que el cuerpo del infortunado septuagenario sea trasladado desde Santa María a esta ciudad Capital, en donde se prevé que hoy a la mañana se lleve adelante la operación de autopsia.
Si bien por el momento no se descarta ninguna hipótesis, aún cuando la de un hecho accidental cobró más fuerza en las últimas horas por los indicios hallados en la escena, desde la justicia son cautos y aguardan el resultado de la operación de autopsia. A través de dicha pericia se podrá conocer la causa y el mecanismo de la muerte de Inga.
Fuentes judiciales consultadas por este medio informaron que el lunes, minutos antes de las 19:30 horas, la policía recibió un llamado telefónico alertando de una persona sin vida en un domicilio de avenida Labrador en la localidad de Loro Huasi. De inmediato el móvil policial llegó al lugar, donde al arribar encontraron a un grupo de personas, entre ellas Romina Mercedes Inga, quien dijo ser la hija de Pedro Antonio Inga cuyo cuerpo había sido encontrado momentos antes por su hija y nieta de la víctima, sin vida en el dormitorio. En la vivienda estaba ya el personal médico local que confirmó la muerte del septuagenario.
Al ingresar a la casa, la policía encontró a la víctima en el suelo entre dos camas, las cuales estaban parcialmente quemadas. Inga presentaba también a simple vista quemaduras en distintas partes del cuerpo, por lo que de inmediato resguardaron la escena, y desalojaron la vivienda, informando al fiscal Contreras.
Inspección
En horas de la siesta y ya con la presencia del personal de Homicidios de esta Capital, el perito en siniestro y de la Dirección de Criminalística, se llevó adelante una inspección ocular en la casa del septuagenario. De la medida participó también la médica legista, quien confirmó el deceso de Inga aún cuando no pudo establecer la causa del deceso, por lo cual recomendó la realización de la autopsia. El resto del personal inspeccionó la habitación donde fue hallado el cuerpo de Inga como así también las demás habitaciones de la vivienda con el objetivo de reconstruir los momentos previos, durante y posteriores al hallazgo del cuerpo. Los investigadores secuestraron también de la escena, en donde habían dos camas de una plaza semi quemadas y una estufa parcialmente destruida, pastillas, juegos de llaves y hasta una madera que podría tener relación con la causa. A prima fácil y en base a los indicios recogidos en la escena, se presume que en la habitación se habría producido un corto circuito en la estufa, lo que desató el incendio que provocó la muerte de Inga.
