Durante una presentación ante el Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, el representante comercial Jamieson Greer destacó a Argentina como uno de los países que mostraron voluntad para avanzar en acuerdos de reciprocidad arancelaria con Washington. En el marco de la política proteccionista impulsada por el expresidente Donald Trump, Argentina fue mencionada junto a otras naciones como India, Vietnam e Israel, que, según Greer, están dispuestas a reducir aranceles y barreras no arancelarias en línea con las demandas de EE.UU..
Greer aseguró que más de 50 países se han acercado a negociar desde que se implementó la estrategia comercial de Trump, lo que demuestra, a su juicio, que la política "va en la dirección correcta". El funcionario destacó que esta ofensiva tiene como objetivo reducir el déficit comercial estadounidense, fortalecer la industria nacional y fomentar la relocalización de la producción en territorio norteamericano.
Trump impulsa aranceles globales y genera reacciones internacionales
La política arancelaria de Trump incluye la imposición de un arancel general del 10%, junto con tasas diferenciadas para regiones específicas como la Unión Europea y China. Esta última ya ha respondido con medidas recíprocas, lo que avivó una guerra comercial de escala global.
China, principal blanco de las políticas de Trump, prometió "luchar hasta el final" en defensa de sus exportaciones, en un contexto donde la tensión comercial se suma a disputas estratégicas por recursos clave como los semiconductores y la producción tecnológica.
Críticas desde el Partido Demócrata y preocupación en sectores republicanos
A pesar del respaldo de ciertos sectores, la estrategia arancelaria de Trump también enfrentó fuertes críticas en el Senado. El senador demócrata Ron Wyden acusó al gobierno republicano de dejar "la economía en el purgatorio" y de generar incertidumbre sin ofrecer una explicación clara sobre los objetivos finales de la política comercial.
Por su parte, el presidente del Comité de Finanzas, el republicano Mike Crapo, expresó su preocupación por el impacto interno que los aranceles podrían tener en los exportadores estadounidenses. Si bien respaldó la necesidad de mejorar las condiciones de competitividad, advirtió sobre la intranquilidad creciente dentro del mismo partido republicano.
El déficit comercial y la pérdida industrial como eje del discurso republicano
Greer defendió la política de Trump al señalar que busca revertir décadas de desindustrialización, agravadas según él por la admisión de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC). El funcionario subrayó que la expansión exportadora china ha tenido un impacto negativo sobre la clase media estadounidense, provocando pérdida de empleos y debilitamiento del tejido productivo.
Además, criticó duramente al gobierno de Joe Biden por dejar un déficit comercial de 1,2 billones de dólares, el más alto registrado hasta la fecha, y mencionó la crisis de suministros durante la pandemia, en particular la falta de acceso a semiconductores y la pérdida de capacidad industrial en sectores estratégicos como el naval.