Argentina enfrenta embargos millonarios tras fallo de la Corte Suprema de EE.UU.
La causa fue iniciada por holdouts que nunca cobraron los títulos al momento de la crisis. Se trata del segundo revés del país ante un máximo tribunal en menos de tres meses.

Este lunes, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la apelación presentada por Argentina en el juicio por la deuda soberana que quedó en default tras la crisis económica de 2001. Esta decisión allana el camino para que los acreedores, conocidos como "fondos buitre", embarguen activos argentinos por un monto de US$310 millones.

El fallo representa un importante revés para el país sudamericano, que enfrenta una serie de demandas legales relacionadas con su deuda externa. Los abogados del Estado buscaban impedir que los beneficiarios del fallo avanzaran sobre los activos argentinos, pero la Corte Suprema desestimó esta petición.

 

Qué implica el fallo: detalles de los embargos

 

Los acreedores, que nunca cobraron los títulos soberanos tras el default de 2001, ahora podrán acceder a US$310 millones depositados en cuentas de la Reserva Federal de Nueva York, Alemania y Suiza. Esta decisión llega después de que la Cámara de Apelaciones de Nueva York ratificara en agosto una condena inicial por un monto total de US$477 millones, emitida por la jueza Loretta Preska. Ambas instancias también autorizaron a los holdouts a proceder con los embargos.

El fallo también expone detalles sobre los bienes objeto del litigio. Aunque inicialmente se mantenían confidenciales, se reveló que los activos embargados corresponden a bonos Brady, una herramienta financiera emitida en la década de 1990 como parte de un plan de reestructuración de deuda.

 

El origen del conflicto: los bonos del Plan Brady

 

El Plan Brady fue diseñado a fines de los años 80 por el entonces secretario del Tesoro de Estados Unidos, Nicholas Brady, para ayudar a los países de América Latina a reestructurar sus deudas bancarias. En lugar de mantener préstamos con bancos comerciales, los gobiernos podían canjearlos por bonos respaldados por el Tesoro estadounidense, lo que implicó una reducción promedio del 35% en sus obligaciones.

Argentina se sumó al Plan Brady en 1993, emitiendo bonos con colateral en títulos del Tesoro de EE.UU. Estos instrumentos, considerados seguros y negociables, fueron elogiados en su momento como una solución innovadora. Sin embargo, con el paso del tiempo y las crisis económicas que enfrentó el país, estos bonos se convirtieron en objeto de disputas legales internacionales.

El conflicto actual se originó cuando los bonos Brady de Argentina vencieron el 31 de marzo de 2023 y, posteriormente, fueron trasladados al Banco Central del país. Los fondos buitre argumentaron que los activos seguían sujetos a embargos, y los tribunales estadounidenses respaldaron esta postura.

 

Argentina y su defensa en tribunales internacionales

 

A lo largo del litigio, la defensa argentina intentó sin éxito que los tribunales desestimaran los reclamos de los holdouts. El fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos llega apenas tres meses después de que la Corte Suprema del Reino Unido también fallara en contra de Argentina en otro caso vinculado al Cupón PBI.

La acumulación de sentencias adversas refleja la compleja situación financiera y judicial que enfrenta el país, mientras intenta renegociar su deuda externa en medio de una crisis económica interna.

 

Impacto económico y lecciones del caso

 

El nuevo revés judicial subraya la importancia de una gestión prudente de la deuda soberana y la necesidad de establecer mecanismos legales más robustos para proteger los activos nacionales en el extranjero. También resalta los riesgos asociados con el incumplimiento de las obligaciones financieras internacionales y las consecuencias de las reestructuraciones mal planificadas.

Para Argentina, el fallo también supone un desafío político y económico, dado que afecta la confianza de los inversores y complica el acceso a mercados internacionales de crédito.