El Gobierno nacional analiza la posibilidad de sumarse a los operativos de Estados Unidos en el Caribe contra el narcotráfico, que consisten en un despliegue naval focalizado en embarcaciones que parten desde Venezuela. La medida se enmarca en un intento de profundizar el vínculo militar con la administración del presidente republicano Donald Trump.
Según informaron desde la Casa Rosada, se mantuvieron contactos con equipos del secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, para ofrecer colaboración, aunque hasta el momento no se registraron avances concretos. La iniciativa surgió desde el Ministerio de Defensa, a cargo de Luis Petri, durante la participación del destructor ARA en el ejercicio "Unitas" en la costa de Estados Unidos.
Desde el Ejecutivo señalaron que la intención es sumarse al operativo a mediano plazo y destacaron que la acción también responde a la detención del gendarme Nahuel Gallo en Venezuela desde diciembre de 2024. "Venezuela mantiene detenido al gendarme Gallo. Tenemos varias razones para actuar", indicaron fuentes oficiales. El presidente Javier Milei también pidió su liberación en su discurso ante la ONU.
El plan incluye además aprovechar el know-how de EE.UU. para fortalecer la Armada argentina y abrir nuevas líneas de financiamiento para la adquisición y mantenimiento de equipamiento militar, siguiendo el modelo del reciente paquete de aviones F-16, que incluyó un sostenimiento de US$941 millones. Según el jefe del Comando Sur, Alvin Holsey, esta estrategia busca limitar el avance de China en la región.
Por otra parte, este martes la Casa Rosada autorizó mediante DNU la participación de medios y personal de las Fuerzas Armadas estadounidenses en el ejercicio "Tridente", que se desarrollará entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre en las bases navales de Ushuaia, Mar del Plata y Puerto Belgrano.
El documento oficial señala que el ejercicio busca intercambiar procedimientos, técnicas y tácticas entre Fuerzas Especiales, preparándolas para operar en escenarios complejos que exigen coordinación multinacional y el uso de tecnologías avanzadas. Participarán 30 efectivos de la Guerra Especial Naval estadounidense, y el entrenamiento tendrá un costo de $60.211.51, que será cubierto por la Armada argentina.