En un clima político marcado por negociaciones internas y tensiones con la oposición, la senadora electa Patricia Bullrich valoró el gesto de la vicepresidenta Victoria Villarruel tras la primera reunión que ambas mantuvieron en el Senado con el objetivo de coordinar la estrategia legislativa del oficialismo. "Se mostró colaborativa", sintetizó Bullrich al salir del encuentro, que forma parte de una serie de reuniones clave para garantizar el avance de las reformas que impulsa el presidente Javier Milei.
El diálogo entre ambas dirigentes tuvo lugar en el despacho de la senadora por San Luis, Ivanna Arrascaeta, en el edificio anexo del Senado. Hasta allí llegó también un grupo de senadores libertarios electos, con quienes Bullrich -próxima jefa del bloque de La Libertad Avanza- delineó los principales ejes de la actividad parlamentaria que se espera para los próximos meses.
Según adelantó Bullrich, el oficialismo planteó la necesidad de que la agenda libertaria tenga "un espacio preferencial" en la Cámara Alta. En ese marco, pidió a Villarruel que frene la intención del bloque de Unión por la Patria (UxP) de convocar una última sesión antes del recambio legislativo. El objetivo del kirchnerismo es tratar un proyecto que busca otorgar fuerza de ley a modificaciones sobre el régimen de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), una iniciativa aprobada en 2006 a instancias de Cristina Fernández de Kirchner.
"Si uno construye una mayoría, el presidente del Senado tiene que conducir. Prefiero que colabore, que nos haga las cosas más fáciles", sostuvo Bullrich, en una expresión que deja ver la relevancia que tendrá Villarruel para ordenar las mayorías ante un Congreso fragmentado.
Durante la reunión, la ministra saliente de Seguridad también anticipó que el Poder Ejecutivo convocará a sesiones extraordinarias desde el 10 al 31 de diciembre, y luego a una segunda instancia desde el 15 de enero de 2026. En ese período se espera el debate de un paquete decisivo para la administración Milei, que busca allanar el camino legislativo para sus reformas estructurales.
Entre los proyectos más relevantes figura el Presupuesto 2026, que definirá las prioridades económicas del próximo año. También se trató la Ley de Inocencia Fiscal, una iniciativa mediante la cual el Gobierno pretende incorporar al circuito formal parte de los ahorros en dólares no declarados. El proyecto prevé modificaciones a la Ley Penal Tributaria y al Procedimiento Fiscal, con incentivos para que ciudadanos y empresas blanqueen activos sin sanciones penales. Además, invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a sumarse a regímenes simplificados de fiscalización. Desde el oficialismo aclararon que la propuesta no toca la Ley de Encubrimiento y Lavado de Activos.
A ello se suma el inminente debate por la reforma laboral, una de las transformaciones más sensibles del programa libertario. La intención es introducir cambios orientados a desregular el mercado de trabajo, reducir la litigiosidad y modificar el esquema de indemnizaciones, aunque los detalles finales aún se encuentran en discusión.
El senador electo por Neuquén, Pablo Cervi, expresó su respaldo a la estrategia delineada. "Todos los senadores electos que vamos a integrar el nuevo espacio de La Libertad Avanza en la Cámara Alta, con convicción, responsabilidad y trabajo en equipo, vamos a impulsar las transformaciones que demandan los argentinos", aseguró.
Otro punto de debate será la Reforma al Código Penal, una propuesta impulsada por Bullrich durante la campaña y respaldada por Milei. La legisladora planteó que el nuevo esquema debe responder a un criterio de "tolerancia cero". Durante la presentación del proyecto, remarcó: "Un sistema penal tiene que poder imputar a quienes delinquen, castigarlos con penas severas, condenarlos de forma ágil y asegurarse de que esas condenas se cumplan. Hoy, algunas de estas cosas ocurren y otras no".
El encuentro, descrito como positivo por los participantes, marca un paso importante en la construcción del andamiaje legislativo de La Libertad Avanza. Con una oposición fuerte y un Congreso sin mayorías propias, las señales de sintonía entre Bullrich y Villarruel se vuelven centrales para el oficialismo en su intento de avanzar con las reformas que consideran indispensables para la nueva etapa política del país.