Confirmaron que el incendio en Epuyén fue intencional
El ministro de Seguridad de la provincia detalló que los peritajes realizados por la Policía evidenciaron que "se utilizaron materiales para que las llamas se propagaran con velocidad, provocando el desastre que todos conocemos".

El incendio forestal que devastó más de 3.000 hectáreas en Epuyén, provincia de Chubut, fue un acto intencional, según confirmó el ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz. Los peritajes realizados por la División Científica de la Policía de Chubut demostraron que el fuego fue provocado deliberadamente, utilizando materiales diseñados para acelerar la propagación de las llamas. Este atentado ha dejado un saldo devastador, con cientos de familias evacuadas y más de 50 viviendas completamente destruidas.

Iturrioz señaló que este hecho no solo puso en peligro la vida de miles de personas, sino que también fue un "atentado planificado". Enfatizó la similitud entre este incendio y otro ocurrido en la Estancia Amancay, donde también se emplearon metodologías similares para iniciar el fuego. Con esta evidencia, se descarta la posibilidad de un accidente vinculado al tendido eléctrico y se reafirma la hipótesis de una acción deliberada.

Declaraciones oficiales y llamado a la Justicia

El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, también se pronunció al respecto, calificando estos incendios como parte de una estrategia planificada por "los mismos delincuentes de siempre". Torres vinculó estos hechos con personas desalojadas recientemente por ocupación ilegal de tierras en el Parque Nacional Los Alerces y acusó a sectores judiciales "garantistas" de permitir la impunidad de estos actos.

A través de su cuenta en la red social X, Torres expresó su compromiso con los ciudadanos, asegurando que no descansarán hasta que los responsables sean llevados ante la justicia. Además, reafirmó su compromiso de garantizar la seguridad y tranquilidad de los habitantes de Chubut.

Impacto del incendio en Epuyén

El desastre en Epuyén no solo afectó al medio ambiente, sino también a la comunidad local. En pocas horas, el fuego arrasó 2.000 hectáreas de vegetación, dejando un paisaje desolador y forzando la evacuación de más de 200 personas hacia refugios temporales. Las condiciones climáticas extremas, incluidas ráfagas de viento superiores a los 70 km/h y una sequía prolongada, agravaron la situación, haciendo que las llamas se expandieran de manera incontrolable.

Rodrigo Saliva, periodista presente en el lugar, describió la escena como "impresionante y dantesca", destacando que los bosques de pinos fueron consumidos por completo, dejando solo cenizas y un suelo aún caliente. La resina de los pinos contribuyó a la voracidad del fuego, que en pocas horas destruyó extensas áreas de bosque y bienes materiales de la comunidad.

Brigadistas y comunidad en acción

Mientras los brigadistas trabajaban incansablemente para contener los focos secundarios y estabilizar el perímetro del incendio, los vecinos comenzaron a regresar a sus hogares para evaluar los daños. La solidaridad y el esfuerzo conjunto fueron cruciales en este contexto, aunque las secuelas del desastre continuarán afectando a la región durante mucho tiempo.

Un llamado a la prevención y la justicia

Este incidente pone en evidencia la necesidad urgente de implementar medidas más estrictas para prevenir incendios forestales y garantizar la seguridad de las comunidades. Además, destaca la importancia de una respuesta judicial rápida y efectiva para castigar a los responsables de estos actos criminales. La protección del medio ambiente y la seguridad de las personas deben ser una prioridad para las autoridades locales y nacionales.

La tragedia en Epuyén es un recordatorio del impacto devastador que los incendios forestales pueden tener en la naturaleza y en las comunidades humanas. La determinación de las autoridades para encontrar a los responsables y prevenir futuros incidentes será clave para restaurar la confianza y la tranquilidad en la región.