El Congreso Nacional se encuentra en el centro de un intenso debate tras las contundentes declaraciones de la diputada Lucía Corpacci, quien exigió la expulsión de Edgardo Kueider acusado de contrabando de 200 mil dólares. La sesión, convocada para decidir entre la suspensión o la expulsión del implicado, reflejó las tensiones políticas y la urgencia de abordar temas clave.
Un Congreso dividido: entre la expulsión y la suspensión
La sesión requirió el apoyo de dos tercios de los legisladores para habilitar el tratamiento de cualquiera de los proyectos presentados. Corpacci, diputada por Catamarca, inició su discurso cuestionando la falta de atención a temas prioritarios como el Presupuesto 2025. "Los argentinos están mirando que vamos a tener nuevamente un país sin presupuesto", señaló, haciendo un llamado a la responsabilidad de los presentes.
El caso que ocupa al Congreso involucra a un legislador arrestado por contrabandear 200 mil dólares, un delito que, según Corpacci, no admite ambigüedades. Durante su intervención, la diputada fue categórica al distanciarse del acusado: "No lo siento parte de mi espacio político, hace rato que se fue con el de ustedes (en referencia a los libertarios)". Estas palabras subrayan un cambio de alineación política del implicado, que ahora se vincula con otros sectores.
Corpacci también remarcó el distanciamiento personal y partidario: "Hace rato que se divorció de nosotros y encontró otra novia que no somos nosotros. Hace rato que se sienta en la mesa con ustedes, no con nosotros". Estas declaraciones buscan aclarar cualquier asociación entre el acusado y su partido original, marcando una posición firme ante las acusaciones.
Expulsión como medida ejemplar
La diputada catamarqueña fue enfática al expresar su preferencia por la expulsión en lugar de la suspensión. "Voy a pedir la expulsión. Suspender no es limpiar", declaró. Para Corpacci, la gravedad del caso exige una respuesta contundente que garantice la integridad de las instituciones democráticas.
En su intervención, la legisladora reafirmó la existencia de pruebas concluyentes contra el acusado: "Contrabandeaba 200 mil dólares, no hay duda". Aunque admitió no tener información certera sobre el origen del dinero, destacó que las sospechas solo refuerzan la necesidad de tomar medidas ejemplares.