La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner pasará la noche de Año Nuevo internada en el Sanatorio Otamendi, donde permanece hospitalizada desde el pasado 20 de diciembre, luego de haber sido ingresada de urgencia y sometida a una intervención quirúrgica por un cuadro de apendicitis aguda con peritonitis localizada.
A once días de la operación, la evolución de su estado de salud continúa siendo seguida con atención, luego de que el último parte médico difundido por la institución señalara una "lenta recuperación", lo que generó preocupación tanto en su entorno cercano como en distintos sectores del arco político y de la militancia kirchnerista.
"El Sanatorio Otamendi informa que la Dra. Cristina Fernández de Kirchner continúa su evolución del cuadro de apendicitis aguda con peritonitis localizada. La paciente presenta una lenta recuperación del íleo posoperatorio. Se mantiene con drenaje peritoneal y tratamiento antibiótico endovenoso", indicó el comunicado oficial, firmado por la directora médica del establecimiento, Marisa Lafranconi, y dado a conocer el lunes pasado.
El íleo posoperatorio es una complicación frecuente luego de cirugías abdominales y consiste en una parálisis transitoria del intestino, que provoca la interrupción del tránsito gastrointestinal como consecuencia del estrés quirúrgico. Esta condición suele requerir un seguimiento estricto, reposo digestivo y tratamiento médico específico hasta que la función intestinal se restablezca de manera progresiva, según precisaron fuentes médicas consultadas por la Agencia Noticias Argentinas.
Desde su internación, la ex mandataria se encuentra alojada en una habitación individual del sanatorio, donde ya pasó la Nochebuena y la Navidad, acompañada por un reducido círculo de familiares y colaboradores. Hasta el momento, no se registraron apariciones públicas ni comunicaciones directas de Cristina Kirchner, lo que alimentó las especulaciones sobre el ritmo de su recuperación y su estado general de salud.
La falta de actividad conocida por parte de la ex jefa de Estado, habitual protagonista de la escena política nacional, genera inquietud entre dirigentes, referentes y militantes que esperan señales de mejoría en los próximos días. En ese contexto, las muestras de apoyo y los mensajes de aliento se multiplicaron en redes sociales, donde distintas figuras del peronismo expresaron su deseo de pronta recuperación.
La internación se produce en un contexto político y judicial de alta sensibilidad. Cristina Kirchner cumple una condena de prisión bajo la modalidad domiciliaria en el marco de la causa por el direccionamiento de la obra pública en la provincia de Santa Cruz durante sus mandatos presidenciales. Las complicaciones médicas que derivaron en la cirugía obligaron a interrumpir temporalmente cualquier tipo de actividad pública o política, en un cierre de año marcado por la incertidumbre.
Desde el Sanatorio Otamendi no brindaron precisiones sobre una posible fecha de alta médica y reiteraron que la evolución dependerá de la respuesta clínica al tratamiento indicado. Mientras tanto, la ex presidenta continuará bajo estricta observación médica y con cuidados intensivos orientados a evitar nuevas complicaciones.
En ese marco, la atención permanece puesta en los próximos partes médicos, que serán determinantes para evaluar la evolución del cuadro y los tiempos de recuperación de una de las figuras más influyentes de la política argentina, que atravesará el inicio del nuevo año aún internada.