Finalmente, el Frente de Todos y, casi toda la oposición, acordaron realizar una “mega-sesión” el próximo 26 de octubre con un temario ampliado, que también incluye los proyectos para trabajadores viñateros, la nueva Ley Ovina y un alivio fiscal a entidades sin fines de lucro.

Referentes del oficialismo y la oposición volvieron a entablar el diálogo tras la fallida sesión del pasado martes 5, donde Juntos por el Cambio y otros bloques no aportaron al quórum en rechazo a la convocatoria inconsulta y unilateral. La sesión fracasó con 122 diputados presentes, siete menos que los necesarios, en medio de fuertes cruces políticos.

El principal proyecto de la jornada será el de etiquetado frontal de alimentos y el oficialismo espera convertirlo en ley con apoyo del grueso de Juntos por el Cambio y de otros bloques de la oposición, que acompañarán a pesar de algunas objeciones. La iniciativa busca informar al consumidor sobre los productos con exceso de azúcares, grasas y sodio, a través de octógonos negros que se plasmarán en los envases.

Se volvieron a incluir, además, los proyectos para otorgar una jubilación anticipada a trabajadores y contratistas de viñas, y ampliar las mensualidades que cobran los contratistas. En el primer caso, el texto volverá al Senado porque recibió modificaciones (se aclaró que alcanzará a “las actividades que generen un envejecimiento prematuro”).

El listado continúa con otro proyecto para garantizar derechos de personas en situación de calle; la nueva Ley Ovina (que busca incrementar el financiamiento para la ganadería ovina y de llamas) y una propuesta del presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, que concede un “alivio fiscal” a entidades sin fines de lucro por la pandemia.

Otros puntos del temario son una autorización para entrada y salida de tropas militares; una ley de atención a niños y adolescentes con cáncer; y 12 transferencias de inmuebles, entre ellos tres lotes de terreno ubicados en la ciudad de Córdoba que pasarán al dominio de la provincia.

Por último, se buscará ratificar la Convención Interamericana contra Toda Forma de Discriminación e Intolerancia; y la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia. Ambas fueron firmadas en Guatemala en 2013.