Diputados debate una suba en las jubilaciones y el Gobierno amenaza con veto
El Congreso se prepara para una sesión clave este miércoles 4 de junio, donde la oposición buscará avanzar con un proyecto para recomponer las jubilaciones y extender beneficios previsionales. Sin embargo, el Gobierno ya adelantó que vetará cualquier medida que comprometa el equilibrio fiscal. La puja política se intensifica en medio de la tensión entre oficialismo y bloques opositores.

Este miércoles 4 de junio, la Cámara de Diputados vivirá una jornada de alto voltaje político. Diversos bloques de la oposición intentarán impulsar un proyecto de ley para recomponer las jubilaciones y garantizar derechos previsionales postergados, mientras que el Gobierno nacional advierte que vetará cualquier medida que altere el equilibrio fiscal.

La sesión fue solicitada por los bloques de Unión por la Patria, Democracia para Siempre, Encuentro Federal, la Coalición Cívica y el socialismo, quienes hallaron puntos de acuerdo para reformar el sistema previsional argentino, fuertemente golpeado por la inflación y los recortes presupuestarios.

Qué propone el proyecto opositor: moratoria, proporcionalidad y aumento de haberes

El eje central del proyecto de ley propone prorrogar por dos años la moratoria previsional que venció el 23 de marzo pasado, además de crear una prestación proporcional que elimine el requisito de 30 años de aportes. Esta nueva figura otorgaría a los jubilados un ingreso equivalente al 85% de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), sumado a un 1,5% adicional por cada año de aporte registrado.

Según los autores del proyecto, esta modalidad reconoce el esfuerzo de quienes aportaron parcialmente y evita dejar sin cobertura a quienes no alcanzaron el mínimo de años requeridos. La iniciativa, además, cuenta con mayor respaldo que la simple extensión de la moratoria, que solo recibió apoyos de Unión por la Patria y el socialismo.

Otro punto clave del debate es la propuesta de actualización del bono de las jubilaciones mínimas, que pasaría de $70.000 a $115.000. A esto se suma un aumento del 7,2% para todos los jubilados y pensionados, en un intento por recomponer el poder adquisitivo perdido frente a la inflación.

El Gobierno anticipa el veto y presiona para bloquear el debate

En respuesta al avance opositor, el Gobierno nacional reafirmó su negativa a cualquier medida que afecte el ajuste fiscal. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue tajante: "La norma que se apruebe y que vaya contra alguno de los ejes básicos, el Gobierno la va vetar", expresó en un evento de la Cámara de Comercio de EE.UU. en Argentina (Amcham).

Fuentes legislativas indican que el oficialismo intentará frenar el debate utilizando la misma estrategia que en otras sesiones sensibles: evitar el quórum con el respaldo de bloques aliados como el PRO, la UCR y diputados de monobloques. La advertencia también llegó desde los aliados: "No damos quórum para nada que vulnere el equilibrio fiscal".

Tensión entre gobernadores y diputados: la política detrás del Congreso

En los pasillos del Congreso se percibe el juego cruzado entre intereses provinciales y estrategias electorales. Algunos diputados opositores que responden a gobernadores prefieren no tensar la relación con el Ejecutivo para no comprometer los fondos coparticipables, mientras que otros avalan la reforma previsional con la expectativa de conseguir lugares en listas para futuras elecciones.

Esta tensión interna revela una disputa más amplia entre las necesidades sociales y los compromisos fiscales, en un contexto donde el debate previsional se convierte en una pulseada política de alto impacto.

Una ley clave en la cuerda floja

El debate por la recomposición de las jubilaciones en Argentina promete ser uno de los más relevantes del año. La posibilidad de otorgar un nuevo esquema previsional más justo para quienes no alcanzaron 30 años de aportes y mejorar los haberes mínimos enfrenta la firme resistencia del Gobierno, que prioriza el equilibrio fiscal por sobre cualquier ampliación del gasto.

El desenlace de la sesión dependerá de si la oposición logra reunir el quórum necesario. De no hacerlo, será una nueva victoria del oficialismo en su política de contención del gasto. Pero si la ley avanza, el veto presidencial podría abrir una nueva etapa de conflicto institucional.