La Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) ha confirmado que llevará a cabo un paro nacional de una semana, que se desarrollará del 21 al 26 de octubre en todas las facultades del país. Este anuncio coincide con el inicio de auditorías en las universidades públicas por parte del Gobierno de Javier Milei, lo que ha generado una mayor tensión en el ámbito educativo. Este movimiento de protesta busca visibilizar las preocupaciones de los docentes ante lo que consideran un plan de ajuste y desmantelamiento de la educación pública.
El paro nacional se enmarca en un contexto de creciente descontento entre los docentes universitarios. El secretario general de CONADU, Carlos De Feo, ha manifestado que "no existen negociaciones de ningún tipo con el gobierno", subrayando la falta de diálogo como un grave problema que afecta la comunidad educativa. La situación se complica aún más con el veto a la ley de financiamiento universitario, un tema que ha sido crucial en las conversaciones entre el Gobierno y los sindicatos.
Las auditorías que comenzará el Gobierno, bajo la dirección de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), serán un punto focal en esta disputa. Miguel Blanco, director de SIGEN, ha anunciado que el control se llevará a cabo en función de los volúmenes de fondos y la calidad de convenios, iniciando por la Universidad de La Matanza (UNLaM). La posibilidad de que surjan casos de corrupción durante estas auditorías aumenta la incertidumbre sobre el futuro de las instituciones universitarias, y la comunidad educativa se mantiene en alerta.
Actividades de visibilización en las facultades
La semana de paro estará acompañada de actividades de visibilización que buscan concientizar a la sociedad sobre la importancia de mantener y fortalecer la universidad pública. Desde CONADU, se hace un llamado a todos los sectores de la comunidad universitaria para unirse en esta lucha. "Seguimos movilizándonos en defensa de la universidad pública como lo hemos hecho durante todo el año", reiteran los gremios, enfatizando la necesidad de unidad frente a las adversidades.
La respuesta de la comunidad universitaria
La convocatoria al paro ha generado un amplio respaldo entre docentes y estudiantes. Muchos consideran que este es un momento crucial para defender la educación pública en un contexto donde las políticas gubernamentales amenazan su sostenibilidad. La comunidad educativa se prepara para alzar la voz y exigir un cambio en la dirección del Gobierno, que, según ellos, no está priorizando la educación como un bien público esencial.