Tras la gira de Javier Milei por Nueva York, el Gobierno regresó con el compromiso de un fuerte apoyo económico de Estados Unidos, pensado para garantizar el pago de la deuda en 2026 por unos US$8500 millones. Sin embargo, la asistencia llega con dos mensajes claros: la necesidad de tejer acuerdos políticos internos que aseguren la viabilidad de las reformas y un replanteo en la relación con China, especialmente respecto del swap de monedas vigente con el gigante asiático.
Si bien la Casa Rosada insiste en que no hay condicionamientos formales, en Washington remarcan que esperan señales de gobernabilidad. El propio ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, pidió "trabajar en la gobernabilidad" para garantizar que las reformas tributarias, laborales y previsionales puedan avanzar en el Congreso.
La administración Trump también hizo saber que busca reducir la influencia china en la región, y que el swap por US$18.000 millones entre el Banco Central y el Banco Popular de China podría ser revisado. En junio pasado, la Argentina y China renovaron una parte de ese acuerdo por US$5000 millones hasta 2026, lo que ahora queda en el centro de la tensión geopolítica.
Desde el Gobierno relativizan los alcances de esos pedidos y aseguran que la ayuda no está atada a resultados electorales ni a decisiones inmediatas sobre China. Sin embargo, funcionarios e intermediarios que participaron de las reuniones reconocen que Washington seguirá de cerca tanto la capacidad del Ejecutivo de construir consensos como la orientación de la política exterior argentina.
El respaldo norteamericano se suma al monitoreo del FMI, cuyo directorio también celebró la decisión de Washington. Kristalina Georgieva afirmó que los intereses del Fondo y de EE.UU. "coinciden" y subrayó la necesidad de que la Argentina consolide un rumbo económico estable e irreversible.
Mientras tanto, Milei enfrenta el desafío de transformar en hechos las expectativas generadas en su visita. En el plano político, deberá mostrar capacidad de tender puentes en un Congreso fragmentado; en lo económico, sostener el ajuste fiscal y avanzar con las reformas prometidas. En lo geopolítico, resolver hasta qué punto se alineará con Washington en detrimento de Pekín.
El viaje dejó una postal final: Milei, optimista, visitando la tumba del rabino Lubavitch en Queens, donde, según allegados, reafirmó que el respaldo de Estados Unidos será clave para "elevar la economía y el estatus político de la Argentina".