El Banco Mundial aprobó un préstamo de 300 millones de dólares para la Argentina, con el objetivo de modernizar el sistema tributario nacional. La iniciativa contempla la simplificación de trámites, la automatización de procesos administrativos y la mejora en el acceso a información para los contribuyentes, como parte de un plan más amplio de fortalecimiento institucional impulsado por el Gobierno.
El financiamiento es de margen variable, tiene un plazo de devolución de 32 años y contempla un período de gracia de siete años, según detalló el organismo internacional en un comunicado oficial.
"La aprobación de esta operación es parte de un programa amplio con el Banco Mundial, en respaldo a las prioridades del gobierno del presidente Milei: equilibrio fiscal, apertura económica y fortalecimiento institucional", sostuvo Pablo Quirno, secretario de Finanzas del Ministerio de Economía.
Según el funcionario, el crédito contribuirá a "consolidar las reformas de política y administración tributaria que se vienen llevando adelante desde el inicio de la gestión, convencidos de la necesidad de fomentar la inversión privada como motor del crecimiento y la generación de empleo genuino".
Pese a ser una fuente sólida de ingresos, el sistema tributario argentino aún presenta márgenes de mejora, en línea con los cambios estructurales promovidos por la actual administración. En este contexto, el proyecto impulsado con apoyo del Banco Mundial buscará ampliar las bases impositivas, mejorar la eficiencia recaudatoria y fortalecer la equidad del sistema.
Desde el organismo financiero destacaron que la reforma se enfoca en avanzar hacia un sistema más justo, progresivo y sostenible, que además facilite la relación de los contribuyentes con la administración fiscal.
"Acompañamos los esfuerzos de la Argentina para avanzar hacia un sistema impositivo más progresivo, que simplifique la interacción con ARCA y fomente el cumplimiento voluntario", indicó Marianne Fay, directora del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay.
En esa línea, la reforma prevé el desarrollo de herramientas digitales que permitirán precargar datos en los formularios, reducir la carga administrativa, minimizar errores y facilitar el acceso a servicios públicos y programas financieros.
Además, se implementará un nuevo enfoque de gestión de riesgos, que permitirá focalizar los controles fiscales donde más se necesitan, con el objetivo de optimizar la fiscalización sin incrementar la presión administrativa.
También se prevé una modernización del sitio web de ARCA, con mayor acceso a datos, transparencia y capacidad de análisis fiscal, lo que permitirá una mejor planificación tributaria en todos los niveles.