El Gobierno nacional estudia la posibilidad de demoler el emblemático edificio del ex Ministerio de Desarrollo Social, ubicado sobre la avenida 9 de Julio en Buenos Aires. Este edificio, conocido por la icónica imagen de Evita Perón en su fachada, se encuentra en el centro de un debate que mezcla política, urbanismo y memoria histórica. La noticia se conoce luego del anuncio de Sandra Pettovello de avanzar con un "proceso de reordenamiento" en sus espacios públicos.
¿Por qué se propone la demolición?
Según el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la demolición responde a múltiples factores. En primer lugar, el edificio estaría en malas condiciones estructurales y su mantenimiento implica altos costos. Además, Francos argumentó que el inmueble "entorpece el tránsito" en una de las avenidas más importantes y transitadas de la ciudad. Esta medida forma parte de un "proceso de reordenamiento" impulsado por la ministra de Espacio Público, Sandra Pettovello, para garantizar la neutralidad partidaria en los espacios públicos y eliminar elementos de propaganda política.
"La demolición del edificio que está en medio de la 9 de Julio no es nueva. Hace décadas que la escuchamos hablar. Me acuerdo de cuando yo era concejal en la ciudad de Buenos Aires por los '90 y era un tema que siempre estaba en discusión", recordó Francos en diálogo con Radio Mitre.
En ese sentido, el funcionario detalló que el "edificio está en muy malas condiciones" y "entorpece el tránsito dentro de una avenida troncal y central". "Lo que la ministra Sandra Pettovello está analizando es toda la infraestructura que tiene su Ministerio en todos los órdenes. Está analizando la necesidad de tener o no tener ese edificio enorme, que tiene un costo de funcionamiento enorme porque no está en buen estado y ella será la que le proponga al Poder Ejecutivo cómo seguir con ese edificio", concluyó.
Serie de cambios simbólicos
La propuesta de demoler este edificio no es un hecho aislado. En las últimas semanas, el Gobierno ha llevado a cabo una serie de decisiones que buscan redefinir símbolos históricos y políticos. Entre estas acciones destaca el retiro del busto del expresidente Néstor Kirchner de las oficinas de la ANSES en Buenos Aires. Según la administración, esta escultura no era patrimonio oficial, sino un obsequio de gremios relacionados con la institución. Hasta que se decida su destino final, permanecerá en un depósito en Canning .
Estas acciones han generado críticas por parte de sectores opositores y gremiales, que acusan al Gobierno de llevar a cabo una "desmantelación de la memoria histórica" y de intentar borrar conquistas sociales y políticas del pasado reciente .
La polémica de las jubilaciones de privilegio y otros cambios
Otro eje del debate se centra en la eliminación de las jubilaciones de privilegio para figuras políticas condenadas por corrupción, como la expresidenta Cristina Kirchner. La decisión fue justificada por el Ejecutivo al señalar que las sentencias judiciales confirman un "mal desempeño" incompatible con los beneficios otorgados. Este hecho se suma a la modificación del nombre del Centro Cultural Néstor Kirchner, que pasó a llamarse Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento. Estos cambios han sido interpretados por algunos sectores como un intento por redefinir el panorama político y simbólico del país .
Un debate que trasciende lo urbano
El posible derribo del edificio en la 9 de Julio no solo tiene implicaciones urbanas, sino también políticas y sociales. La imagen de Eva Perón representa un símbolo de lucha y justicia social para miles de argentinos, lo que convierte esta decisión en un tema delicado y controversial. Mientras el Gobierno asegura que las medidas responden a cuestiones prácticas y de gestión, críticos consideran que estas acciones forman parte de un plan sistemático para despojar a la esfera pública de elementos históricos vinculados al peronismo .
La propuesta de demoler el edificio del ex Ministerio de Desarrollo Social es un reflejo de los cambios profundos que el Gobierno de Javier Milei busca implementar. Aunque justificada como una medida técnica y económica, esta iniciativa ha reavivado el debate sobre la memoria histórica y la política en los espacios públicos. En un país donde los símbolos tienen un peso significativo, este tipo de decisiones promete seguir generando controversia y dividendo opiniones.