El Gobierno apunta a reducir los subsidios en electricidad y gas: cómo impactará en los hogares
El plan de la Secretaria de Energía, María Tettamanti, busca ahorrar USD 3.000 millones en 2025, pero ¿qué significará para los usuarios?

El Gobierno de Javier Milei está trabajando en un plan para reducir los subsidios en las boletas de electricidad y gas natural en más de USD 3.000 millones en 2025. La secretaria de Energía, María Tettamanti, está estudiando un esquema que podría volver a la tarifa social utilizada durante el macrismo, lo que significaría que todos los usuarios pagarían el costo pleno y luego recibirían un reintegro equivalente a la subvención.

Sin embargo, este plan presenta un desafío significativo, ya que 7 de cada 10 familias argentinas necesitan ayuda del Estado para pagar sus boletas. Por lo cual, es preocupante el impacto que puede tener una medida de ese estilo si no se calibra de forma correcta. Actualmente, 11,2 millones de hogares los que reciben asistencia para pagar las boletas sobre un universo de 16 millones en el caso de la electricidad y 6 millones sobre 9 millones en el caso del gas. 

Hay cerca de un millón de usuarios que pidieron subsidio desde que asumió Javier Milei, por los incrementos aplicados en lo que va del año.

El esquema de subsidios

El plan propuesto por Tettamanti contempla la división de los usuarios residenciales en tres universos según sus ingresos frente a la Canasta Básica Total (CBT) del Indec. Los beneficiarios pagarían el costo pleno de la factura, pero recibirían una compensación a través de una transferencia directa. Si bien hoy ningún segmento cubre el costo pleno, son esos dos últimos segmentos que los que reciben una bonificación en los precios de la energía que pagan en sus facturas, con topes de consumo.

Las condiciones para acceder al beneficio serían mucho más restrictivas que las actuales y, en el escenario ideal, los beneficiarios pagarían el costo pleno de la factura, pero recibirían una compensación a través de una transferencia directa a través de una cuenta bancaria o una tarjeta.

El timing de los incrementos será decidido por el ministro de Economía, Luis Caputo, en función de que dos variables centrales: el objetivo de sostener equilibrio fiscal y no poner en peligro la desaceleración de la inflación. En 2024 hubo un recorte en subvenciones equivalente a más de USD 3.000 millones y esperan un ajuste similar para el año que viene, según se desprende del Presupuesto 2025.

En lo que resta del año es muy probable que los aumentos de las tarifas que pagan los usuarios continúen por debajo de la inflación, para no poner en riesgo el proceso de desaceleración, principal objetivo del Gobierno. Los incrementos anunciado para noviembre fueron del 2,5% en electricidad y del 2,7% en gas natural, en línea con la pauta que puso Caputo.

En paralelo, las mediciones de octubre de las consultoras privadas dieron buenas noticias al Gobierno sobre la dinámica de la inflación, pero el dato oficial recién se conocerá el próximo martes 12 de noviembre.

La profundización de esa tendencia a la baja se dio en medio de la continuidad de la corrección de precios relativos, particularmente en tarifas de electricidad, gas natural, combustibles y transporte. En paralelo, analizan cómo serán las próximas subas, pero con la premisa de no poner en riesgo la desaceleración inflacionaria, al menos antes de los incrementos estacionales de diciembre, con las Fiestas y el impulso del turismo interno.

Impacto en los hogares

El impacto de este plan en los hogares argentinos será significativo. Los usuarios que actualmente reciben subsidios podrían ver aumentadas sus facturas, lo que podría afectar su capacidad para pagar servicios básicos.

El plan del Gobierno para reducir subsidios en electricidad y gas natural es un paso hacia el equilibrio fiscal, pero es importante considerar el impacto en los hogares argentinos. Es fundamental que el Gobierno implemente medidas para proteger a los sectores más vulnerables y asegurar que el plan no afecte negativamente la economía familiar.