El Gobierno avanza en la compra de submarinos franceses
El Ministerio de Defensa firmó una carta de intención con autoridades francesas a cargo de la construcción del Scorpene. La Casa Rosada necesita un crédito internacional para poder afrontar estos gastos.

El gobierno de Javier Milei está dando un giro significativo en materia de defensa al avanzar en la adquisición de nuevos submarinos para la Armada Argentina, un proyecto clave para recuperar capacidades estratégicas perdidas tras la tragedia del ARA San Juan en 2017. Este movimiento incluye negociaciones con Francia para la compra de submarinos Scorpene, una tecnología de vanguardia que refuerza el compromiso de la administración actual con la modernización de sus fuerzas armadas.

 

Una carta de intención marca el inicio del proyecto

 

El Ministerio de Defensa, liderado por Luis Petri, firmó recientemente una carta de intención con Francia, representada por la empresa Naval Group, para la compra de los submarinos Scorpene. Aunque no es un acuerdo vinculante, este documento evidencia el interés argentino en avanzar en una negociación que podría consolidarse más adelante.

Los submarinos Scorpene, desarrollados por Naval Group, cuentan con una tecnología avanzada que los posiciona como una de las mejores opciones para modernizar la flota argentina. Cada unidad tiene un costo estimado de 500 millones de dólares, y su construcción podría extenderse hasta siete años, con la posibilidad de involucrar al astillero argentino Tandanor en el proceso.

 

Un proyecto multimillonario en dólares y su desafío financiero

 

El costo elevado de los submarinos representa uno de los principales desafíos para Argentina. En el presupuesto de 2025, la Casa Rosada incluyó una solicitud de endeudamiento por 2300 millones de dólares destinada a financiar este ambicioso proyecto. Este monto se enmarca dentro de un apartado titulado "recuperación de las capacidades en seguridad y defensa", que busca no solo renovar equipos, sino también fortalecer las operaciones de las fuerzas armadas.

Desde el Ministerio de Economía aclararon que el pedido de autorización al Congreso no garantiza la concreción inmediata del proyecto, pero sí representa un paso administrativo crucial que respalda las intenciones del gobierno. La amortización del préstamo está prevista en un plazo mínimo de tres años, un detalle que subraya la magnitud y la planificación requerida para llevar a cabo esta operación.

Cómo es el submarino Scorpene, que el Gobierno le quiere comprar a un astillero francés

 

El submarino que genera interés en el Gobierno tiene una longitud de 72 metros, una profundidad de buceo de 300 metros y una autonomía de 78 días para realizar misiones a mar abierto. Puede trasladar hasta una tripulación de 31 marinos y tiene una carga útil, es decir, capacidad de ataque de 18 torpedos y misiles. Esta clase de unidades fueron compradas por las Armadas de Brasil, China e Indonesia, entre otras. Se trata de una nave que tiene gran éxito de mercado en el mundo.

Además de submarinos, en el Presupuesto 2025 se detalla una planificación que incluye la posible incorporación de 83 ametralladoras pesadas para los regimientos de infantería mecanizados; 266 escopetas semiautomáticas; 120 fusiles de precisión; la modernización de 2080 fusiles de asalto y 120 lanzagranadas; la adquisición de tres drones para las Fuerzas Armadas, además de la incorporación de equipos complementarios para los aviones caza F-16 que Defensa le compró a Dinamarca y que tendrán asiento en la brigada aérea de Tandil.

Esta compra de material es tan solo una parte del extenso detalle que figura en el presupuesto en el apartado "adquisición de bienes y servicios con incidencia en ejercicios futuros". Se planea pagar estas compras a lo largo de 2025, 2026 y 2027. El plan incluye la continuidad de la modernización de los tanques TAM, la renovación de otras aeronaves y helicópteros y la recuperación de 17 sistemas de artillería de 155mm.