El Gobierno argentino prepara una ambiciosa Ley de Seguridad Nacional que promete reconfigurar el panorama de la defensa y la inteligencia del país. La iniciativa busca fortalecer las capacidades operativas de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y ampliar el rol de las Fuerzas Armadas en el combate contra amenazas externas e internas.
Mayor poder para la SIDE: inteligencia y operaciones en el extranjero
Uno de los puntos centrales del proyecto es otorgar un marco legal más amplio a los agentes de la SIDE, permitiéndoles realizar espionaje y operaciones encubiertas en el extranjero. Este cambio surge a raíz de situaciones como el reciente caso del gendarme Nahuel Gallo, detenido en Venezuela, donde la falta de un agregado militar argentino dificultó las gestiones necesarias.
El Gobierno busca así reformar la actual Ley de Inteligencia para brindar herramientas modernas y efectivas a los agentes, inspirándose en la Ley de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, sancionada en 1947 bajo la administración de Harry Truman. Esta legislación creó la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y un Consejo de Seguridad Nacional, modelo que Argentina pretende emular.
Un Consejo de Seguridad Nacional: estrategia centralizada
El proyecto también contempla la creación de un Consejo de Seguridad Nacional, un órgano estratégico que coordinaría las acciones de inteligencia y defensa exterior. Este consejo estaría integrado por el presidente, los ministros de Seguridad, Defensa y Relaciones Exteriores, el titular de la SIDE y el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Además, la iniciativa busca profundizar los lazos con agencias internacionales como la CIA y el Mosad mediante acuerdos de intercambio de información y operativos conjuntos. Esta medida responde, entre otros factores, a las crecientes tensiones con Irán por el apoyo de Argentina a Israel.
Más atribuciones para las Fuerzas Armadas en el territorio nacional
Otro aspecto destacado de la ley es la ampliación de las competencias de las Fuerzas Armadas dentro del territorio argentino. Entre las medidas propuestas, se incluye la posibilidad de derribar aeronaves no identificadas que violen el espacio aéreo y de actuar directamente contra carteles nacionales de narcotráfico que representen una amenaza armada.
Estas nuevas facultades complementan el decreto 1112/24, emitido previamente por el presidente Javier Milei, que habilita a las Fuerzas Armadas a combatir enemigos externos no estatales, como organizaciones terroristas.
Además, el Ministerio de Seguridad, actualmente liderado por Patricia Bullrich, cambiará su denominación a "Ministerio de Seguridad Nacional", lo que reflejará la ampliación de sus competencias y responsabilidades.
Reformas impulsadas por un contexto global y local
La iniciativa del Gobierno se enmarca en un contexto de crecientes desafíos globales y regionales. Las amenazas de Irán, el narcotráfico, y la necesidad de mejorar las capacidades de inteligencia y defensa han acelerado la necesidad de reformas estructurales.
En palabras de un vocero del Ejecutivo, "hay medidas que no pudimos impulsar en casos críticos por las limitaciones de la actual legislación. Este proyecto busca dar un nuevo marco legal y operativo que se ajuste a las necesidades de seguridad contemporáneas".
La Ley de Seguridad Nacional propuesta marca un punto de inflexión en las políticas de defensa e inteligencia de Argentina. Con la promesa de una mayor integración estratégica y operativa, el país se prepara para enfrentar amenazas complejas en un escenario global cada vez más interconectado.
El anuncio oficial de este proyecto está previsto para el 1° de marzo, durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Si se aprueba, será un paso crucial para redefinir la seguridad nacional y fortalecer la posición del país frente a los desafíos del siglo XXI.