El Gobierno busca negociar con la CGT antes de enviar la reforma laboral al Congreso
La Casa Rosada prepara una ronda de reuniones con la nueva conducción de la central sindical, encabezada por Cristian Jerónimo, Jorge Sola y Octavio Argüello. El oficialismo busca respaldo para el proyecto que ingresará por el Senado y podría impactar en trabajadores y gremios de todo el país, incluido Catamarca.

El Gobierno nacional prepara una serie de encuentros con la nueva cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) con el objetivo de negociar los puntos centrales de la reforma laboral antes de su presentación formal en el Congreso. Según confirmaron fuentes oficiales, el Ejecutivo busca acercar posiciones con la central obrera y evitar un enfrentamiento directo en la previa del debate legislativo.

El proyecto, que el oficialismo planea ingresar por el Senado, será uno de los ejes de las sesiones extraordinarias convocadas entre el 10 y el 31 de diciembre, junto con el tratamiento del Presupuesto 2026. La intención del Gobierno es prolongar el período extraordinario hasta febrero, para garantizar tiempo suficiente de discusión parlamentaria.

La Casa Rosada tiene en agenda una reunión con Cristian Jerónimo (Sindicato del Vidrio), Jorge Sola (Seguros) y Octavio Argüello (Camioneros), los nuevos referentes de la CGT. En Balcarce 50 explican que el diálogo no se concentrará en el Consejo de Mayo —órgano que perdió actividad tras la salida de Guillermo Francos—, sino que se realizarán encuentros sectoriales. Estas conversaciones serán coordinadas por el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y el ministro del Interior, Diego Santilli, quienes también mantienen contacto con los gobernadores que firmaron el Pacto de Mayo.

El borrador de la reforma incluye modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo (20.744) con el fin de reducir los costos de contratación y los impuestos laborales, así como limitar la participación del Estado en los acuerdos entre privados. Entre los puntos más relevantes se encuentra la promoción de la mediación y el arbitraje como mecanismos de resolución de conflictos laborales, para evitar la judicialización de los reclamos.

La iniciativa también contempla la optatividad del pago de la cuota solidaria sindical, lo que podría impactar en la recaudación de los gremios. Además, se prevé la declaración de servicios esenciales en sectores como salud, transporte, telecomunicaciones y educación, lo que limitaría el derecho a huelga.

El equipo encargado de la propuesta está integrado por los ministros Federico Sturzenegger (Desregulación) y Luis Caputo (Economía), junto con el secretario de Trabajo, Julio Cordero. Desde el Gobierno aseguran que ya hubo contactos informales con la CGT para consensuar los puntos más sensibles del texto.

Los dirigentes sindicales, sin embargo, anticiparon su rechazo a cualquier modificación que implique pérdida de derechos laborales. "No vamos a aceptar ninguna propuesta regresiva", afirmó Cristian Jerónimo, mientras que Jorge Sola advirtió que la central obrera "no acompañará nada que replique el DNU 70/23", declarado inconstitucional por la Justicia.

La conducción sindical, que busca consolidar una mesa de diálogo con el Ejecutivo, insiste en que las negociaciones deben darse "sobre bases convencionales y con criterios razonables". En ese sentido, recordaron que el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, participa del Consejo de Mayo, lo que podría facilitar un canal de comunicación con el Gobierno.

El debate en torno a la reforma laboral genera expectativa entre los sindicatos provinciales, particularmente en Catamarca, donde los gremios del transporte, la construcción y los servicios públicos siguen de cerca las posibles modificaciones a la legislación vigente. Las organizaciones locales consideran que cualquier cambio que flexibilice condiciones laborales podría impactar directamente en la estabilidad y los derechos de los trabajadores.

En este contexto, el oficialismo buscará avanzar con una estrategia de diálogo que le permita evitar la confrontación abierta con el movimiento obrero, al tiempo que intenta consolidar apoyos en el Congreso para aprobar una de las reformas más sensibles de su agenda.