El Gobierno nacional confirmó este martes la nueva cúpula de las Fuerzas Armadas, una decisión que se inscribe en un proceso más amplio de reestructuración institucional que impulsa la Casa Rosada desde la reciente conformación del gabinete. La noticia fue comunicada por el ministro de Defensa, Carlos Presti, a través de sus redes sociales, en lo que representa su primera intervención pública relevante desde su designación.
Según detalló el funcionario, el general de División Oscar Santiago Zarich será el nuevo Jefe del Ejército, un nombramiento que respondió a la recomendación elevada por el propio Presti al Presidente. Además, el Vicealmirante Marcelo Alejandro Dalle Nogare asumirá como Jefe del Estado Mayor Conjunto, un rol clave para la coordinación operativa y estratégica de las tres fuerzas.
En la Armada, el Ejecutivo designó al Vicealmirante Juan Carlos Romay como nuevo Jefe de la fuerza, mientras que en la Fuerza Aérea se ratificó la continuidad del Brigadier Mayor Gustavo Valverde, quien mantiene su posición tras contar con el respaldo político y técnico del Ministerio de Defensa.
Estas designaciones forman parte de un paquete más amplio de definiciones que el Gobierno busca consolidar en las próximas semanas. En Balcarce 50 reconocen que el objetivo es ordenar áreas sensibles del Estado y garantizar cohesión tras las tensiones internas que acompañaron los primeros días de funcionamiento del nuevo gabinete.
Movimientos en la SIDE y tensiones internas
La confirmación de la cúpula militar coincidió con otra decisión de alto impacto institucional: la salida de Sergio Neiffert de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). El funcionario dejó su cargo a última hora del martes en medio de versiones que sugerían una fuerte pérdida de autoridad, tensiones con el asesor presidencial Santiago Caputo y presuntas irregularidades administrativas.
La renuncia del conocido "Señor 5" confirmó semanas de rumores sobre un reacomodamiento en los servicios de inteligencia, un sector donde Caputo mantiene una incidencia creciente. En el oficialismo interpretan la remoción como un intento de recuperar control político sobre un organismo estratégico y, al mismo tiempo, avanzar en la profesionalización del área.
Cambios posibles en Migraciones y Justicia
El Gobierno analiza también otros movimientos de envergadura. Entre ellos, podría producirse un reemplazo en la Agencia de Migraciones, actualmente bajo la conducción de Sebastián Seoane. Fuentes del Ejecutivo indican que la reforma impulsada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, transformó al organismo: pasó de tener un rol predominantemente administrativo a funcionar con capacidades operativas y mayor responsabilidad en el control fronterizo. Esa redefinición estaría empujando a revisar la continuidad de su titular.
En paralelo, el Ministerio de Justicia atraviesa su propio momento de incertidumbre. En Casa Rosada reconocen que existe la intención de efectivizar la renuncia de Mariano Cúneo Libarona, aunque todavía no hay una definición sobre su sucesor. Las negociaciones internas enfrentan a los sectores alineados con Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y los equipos de Santiago Caputo, quienes no logran consenso sobre el perfil que debería asumir la cartera.
Mientras tanto, también se aguardan definiciones respecto de la oficialización de los equipos del jefe de Gabinete, Manuel Adorni, cuyo esquema de funcionarios continúa en proceso de ajuste.
Las señales del Gobierno permiten anticipar semanas decisivas en la reestructuración del Estado. La confirmación de la cúpula militar, sumada a los cambios en inteligencia y a las discusiones abiertas en Justicia y Migraciones, dejan claro que la Casa Rosada busca consolidar poder, ordenar áreas clave y reforzar su estructura interna de cara al inicio pleno de gestión.
