Este viernes, los sindicatos aeronáuticos retomaron las negociaciones salariales con Aerolíneas Argentinas, aunque sin la presencia de sus secretarios generales. Representantes gremiales como la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) no llegaron a un acuerdo inmediato, pero optaron por un cuarto intermedio hasta el lunes para seguir las tratativas. La APA enfrenta, además, un conflicto en curso debido a despidos recientes en Intercargo.
Las reuniones se llevaron a cabo en la sede de Aerolíneas en Aeroparque, donde fuentes sindicales indicaron que la empresa mostró disposición para avanzar en las negociaciones, abriendo así una tregua temporal sin nuevas de fuerza. El secretario Gremial de APLA, Mateo Ferrería, comentó tras la reunión que, aunque "la charla se dio en buenos términos, quizás con conceptos duros", han decidido levantar las medidas de fuerza mientras continúa el proceso de negociación. La propuesta sindical busca "mejoras integrales" en condiciones y salario, planteadas en línea con las expectativas del Gobierno.
Por su parte, Andrés Junor, secretario Gremial de la AAA, valoró la reanudación del diálogo y resaltó que la empresa expuso aspectos de interés en términos convencionales. Subrayó el reclamo salarial de un ajuste del 86% acumulado desde diciembre, aclarando que la discusión sobre una eventual privatización de Aerolíneas Argentinas está fuera de la mesa en estas tratativas.
El contexto de las negociaciones se tornó tenso tras recientes declaraciones de Javier Milei, quien afirmó que "en la Argentina se sale laburando, no parando y extorsionando", en alusión a los sindicatos aeronáuticos. El secretario de Transporte, Franco Mogetta, también advirtió que la privatización de Aerolíneas es un posible escenario si no se alcanzan acuerdos, y mencionó que en caso de no concretarse, se consideraría la cesión de la administración a los empleados o incluso el cierre de la empresa para frenar el financiamiento estatal que, durante el kirchnerismo, costó alrededor de 8 mil millones de dólares.
La situación laboral se agrava con el conflicto en Intercargo, donde el despido de un empleado provocó protestas y asambleas que afectarán a cientos de pasajeros, quienes quedaron temporalmente varados en los aviones. En respuesta, el Gobierno despidió a 15 empleados y anunció la desregulación del servicio de rampa, abriendo el mercado a empresas privadas. El vocero presidencial, Manuel Adorni, señaló que este cambio significa "el fin de Intercargo tal como lo conocemos", y autorizó a las fuerzas de seguridad a intervenir en caso de que haya situaciones de retención de pasajeros.
Estrategia Sindical y posible desenlace de las negociaciones
Los líderes sindicales Pablo Biró (APLA), Juan Pablo Brey (AAA) y Edgardo Llano (APA) se reunieron para discutir la estrategia a seguir. Brey enfatizó la importancia de una recomposición salarial, y advirtió sobre un desfasaje del 90% en los sueldos desde noviembre. Según sus declaraciones, un aumento del 35% sería clave para avanzar en las negociaciones. Sin embargo, expresó su escepticismo hacia el Gobierno, sugiriendo que podría mantener el conflicto para beneficios políticos.
Brey también advirtió sobre las declaraciones gubernamentales que consideran el cierre de Aerolíneas en caso de no lograr avances en las negociaciones. "Para cerrar Aerolíneas tienen que dialogar con los representantes genuinos de los trabajadores, que somos nosotros. Creo que el Gobierno está intentando un cierre por razones ideológicas, pero no tiene posibilidades en el Congreso ni hay compradores interesados en adquirir la compañía", añadió.
El futuro de Aerolíneas Argentinas y su relación con los sindicatos se encuentran en una situación crítica. Los resultados de las negociaciones de este viernes serán determinantes para el rumbo de la empresa y las condiciones laborales en el sector aeronáutico.