El canciller Gerardo Werthein y la ministra Patricia Bullrich se reunirán este viernes al mediodía con Griselda Heredia y Kevin Gallo, quienes viajarán a Buenos Aires para interiorizarse sobre las gestiones para conseguir que el régimen chavista libere al uniformado. El primer mandatario provincial acompañará a la familia.
Será en medio de la incertidumbre y la tensión política que todavía rodea al caso y de que la esposa de Gallo, la venezolana María Alexandra Gómez García repitiera que necesitan saber cómo se encuentra su esposo tras ser retenido por fuerzas chavistas el 8 de diciembre cuando cruzó la frontera desde Colombia para ir a visitarla a su casa en la ciudad de Táchira. "No vamos a dejar de pedir una prueba de vida y su liberación inmediata", apuntó.
Además, en las últimas horas, el ministerio de Seguridad denunció al ex embajador argentino en Venezuela, Oscar Laborde, por el delito de traición a la Patria. La acusación, presentada ante la Justicia Federal, sostiene que Laborde habría actuado en contra de los intereses nacionales al intervenir de manera no autorizada en el caso.
"La actuación de Laborde, lejos de contribuir a resolver la situación, validó sin fundamento alguno las acusaciones del régimen venezolano y menoscabó los intereses nacionales. Estas acciones no solo representan una deslealtad al Estado argentino, sino que, al intentar justificar actos de desaparición forzada, se enmarcan en conductas que contravienen los principios de justicia y derechos humanos que nuestro gobierno defiende", se indicó en la denuncia, firmada por Fernando Soto en representación de esa cartera.
Mientras tanto, en la Casa Rosada, el vocero presidencial Manuel Adorni en conferencia de prensa admitió que la situación sigue siendo "extremadamente compleja" y que "por ahora no tenemos nada más para decir" sobre la situación.
El caso comenzó cuando el cabo primero de Gendarmería viajó para visitar a su pareja, María Alexandra Gómez García, y a su hijo de dos años. Gómez García, de nacionalidad venezolana y residente en Argentina desde hace más de cinco años, quien había gestionado una carta de invitación para que Gallo, de 33 años, pudiera ingresar al país con fines recreativos.
Pero luego de cruzar la frontera el 8 de diciembre, Gallo fue detenido. Según el relato de su familia, las autoridades le confiscaron su teléfono y equipaje, y posteriormente lo trasladaron en un vehículo sin identificar. Desde entonces, su paradero ha sido incierto, y las autoridades venezolanas lo han acusado de espionaje, sin proporcionar información oficial sobre su situación procesal ni las condiciones de su detención.