Estatales preparan un paro nacional en rechazo a la reforma laboral que impulsa Milei
ATE definirá este martes la fecha de un paro nacional y se prepara para encabezar las primeras movilizaciones contra la reforma laboral que el Gobierno planea enviar al Congreso.

La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) convocó a un plenario federal de delegados para este martes a las 14 con el objetivo de debatir la posibilidad de concretar un nuevo paro en rechazo a la reforma laboral que impulsa el Gobierno.

"Esperar hasta el 10 de diciembre es suicida. Si nos quedamos quietos y no rechazamos en las calles esta reforma laboral regresiva, nos aplastan", aseveró Rodolfo Aguiar, secretario general del sindicato.

Aguiar sostuvo que "el Gobierno está mintiendo" y "tiene que explicar con claridad para qué quiere una reforma laboral, porque si nos dice que es para generar empleo y que crezca la economía, eso es falso. No va a ocurrir quitando derechos", afirmó, según se informó en un comunicado.

"Con la nueva composición en el Congreso y el pragmatismo atroz de la mayoría de los gobernadores, va a ser difícil lograr consensos en el Parlamento para defender la posición de los sindicatos y los trabajadores. El camino que nos queda es el de ejercer nuestros derechos constitucionales de manifestación y protesta", agregó.

El plenario se realizará en el Anfiteatro Eva Perón de la sede nacional del sindicato, en Avenida Belgrano 2527, y la convocatoria al paro también incluye el reclamo por la reapartura de paritarias.

La CGT define su postura frente a la reforma laboral

La CGT comienza una semana clave en su agenda sindical. Tras la renovación de autoridades, la central obrera encabezada por Cristian Jerónimo (Vidrio), Jorge Sola (Seguros) y Octavio Argüello (Camioneros) mantendrá una serie de reuniones internas para definir su postura ante el proyecto de reforma laboral que el Ejecutivo planea debatir en el Congreso a partir de diciembre.

El flamante triunvirato, elegido en el congreso realizado en el estadio Obras Sanitarias, prepara además la primera reunión del Consejo Directivo para la próxima semana, en la que se esperan definiciones sobre el tono y la estrategia del movimiento obrero frente al nuevo escenario político y económico.

Un triunvirato en etapa de consolidación

La continuidad del esquema colegiado —en lugar del unicato propuesto por Luis Barrionuevo— fue la primera muestra de las tensiones que atraviesan a la CGT. A las diferencias internas se suman las críticas de Barrionuevo y del ferroviario Omar Maturano, así como el alejamiento de la UTA, que dejó vacante uno de los espacios de mayor peso dentro de la estructura sindical.

En este contexto, la nueva conducción busca ordenar las áreas y secretarías y establecer un mecanismo de funcionamiento que permita sostener la representatividad del movimiento sin profundizar las divisiones internas.

El eje central de la agenda sindical será la reforma laboral que el Gobierno de Javier Milei pretende impulsar durante las sesiones extraordinarias.
Según confirmaron fuentes de la CGT, esta semana se llevarán a cabo reuniones de secretarías para analizar los borradores preliminares y fijar una postura común antes del encuentro del Consejo Directivo.

Tanto los sectores dialoguistas como los más duros coinciden en un punto: no avalarán medidas que impliquen pérdida de derechos laborales ni una reedición del DNU 70/23, declarado inconstitucional por la Justicia. En ese sentido, rechazaron los topes indemnizatorios, los bancos de horas y cualquier intento de flexibilización que afecte la estabilidad de los trabajadores.

Dos posturas dentro de la central

Mientras Cristian Jerónimo y Jorge Sola sostienen que la CGT debe participar en una mesa de diálogo "criteriosa y equilibrada", el camionero Octavio Argüello marcó una posición más confrontativa.
"No es una modernización, es una flexibilización laboral. Si intentan avanzar sobre los derechos de los trabajadores, la CGT volverá a movilizarse y recurrirá a la Justicia", advirtió.

La estrategia de la central obrera, que busca mantener la unidad en un escenario político cambiante, será crucial para el equilibrio entre el Gobierno y los gremios en los próximos meses.
La semana que inicia marcará, en definitiva, el primer test de cohesión del nuevo triunvirato sindical frente a uno de los debates más sensibles de la agenda nacional.