El Gobierno de Javier Milei avanza con su política de reducción de gastos. Hace un par de semanas, el vocero presidencial Manuel Adorni, anunció el cierre de los 59 Centros De Referencia (CDR) en todo el país. Este martes, el funcionario provincial, confirmó la eliminación de otro organismo público: se trata del Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI).
Ambos anuncios generaron preocupación en Catamarca y en todo el país. Es que, entre ambas instituciones, peligran cerca de 90 puestos de trabajo directo en nuestra provincia.
El personal de la delegación local del CDR se encuentra en estado de alerta permanente desde que se conoció el cierre de la institución. Este miércoles volvieron a realizar una jornada de protesta.
En ese contexto, Iris Santillán, excoordinadora del CDR, habló con LA UNIÓN sobre el cierre inminente del espacio local de gestión. “Es triste saber que están en riesgo sus fuentes de trabajo y el cierre de la institución donde todas las personas, especialmente las personas vulneradas, se llegan a acercarse a los programas y a las políticas públicas sociales”, indicó Santillán.
Y agregó: “Lo que me comentas los compañeros realmente es triste porque es un silencio total, no tienen respuestas a nada. Se van enterando día a día de los hechos”.
Por su parte, representantes del INAFCI llevaron a cabo una conferencia de prensa para detallar la situación que atraviesa el instituto. La misma estuvo encabezada por los delegados gremiales Valeria Mamanís y Vicente Arés.
“Es nuestra fuente desde hace más de 30 años. Denunciamos las mentiras del vocero presidencial para justificar el ajuste y el cierre del INAFCI. Es mentira que nuestros puestos de trabajo no son trabajos, tenemos compañeros que se encuentran en el interior de la provincia desarrollando la estrategia de intervención de los pequeños productores y agricultores familiares de todos los departamentos”, afirmó Mamanís.
Seguidamente, expuso la precariedad de las condiciones laborales: “Tenemos vehículos parados hace más de un año y los trabajadores ponemos plata de nuestro bolsillo para sostener nuestro trabajo y la intervención territorial”.
Además, señaló que “no le vamos a dar el gusto” al Gobierno nacional, a la vez que explicó que ya supieron pasar por despidos. “No es la primera vez que nos dicen ñoquis o nos tratan de vagos y de militantes. No somos la casta, somos trabajadores y vamos a defender nuestra fuente de trabajo”.
Por último, la gremialista repudió “la violencia con la que se comunica una decisión de Gobierno que modifica las vidas de las familias”.
