El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se refirió a los disturbios ocurridos durante la marcha al Congreso del miércoles pasado y destacó la presencia de grupos organizados cuyo objetivo era sembrar el caos. En declaraciones a TN de Noche, explicó que identificó a pequeños grupos que actuaban de manera dispersa y violenta, especialmente en la zona de Plaza de Mayo.
Según Macri, estos individuos se movían con rapidez, atacaban a la Policía y utilizaban objetos contundentes, incluyendo piedras del memorial a las víctimas del Covid-19. "Vi una combinación de algunos organizados y otros violentos que se sumaron porque sí", afirmó el mandatario porteño.
Diferencias con Patricia Bullrich: sin respaldo político detrás de los disturbios
En contraste con la postura de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, Jorge Macri aseguró que no cree que el peronismo ni el kirchnerismo hayan estado detrás de los incidentes. "No creo que ningún espacio político democrático esté detrás de este tipo de violencia", expresó.
Macri enfatizó que las manifestaciones violentas responden a expresiones "anarquistas y violentas", alejadas de estructuras partidarias tradicionales. "Si hay una investigación que lo demuestre, es bueno encontrar la luz", agregó, dejando abierta la posibilidad de esclarecer los hechos mediante pruebas concretas.
Estrategia de seguridad para evitar nuevos disturbios
El Gobierno porteño ya está trabajando en ajustes a los protocolos de seguridad para evitar nuevas escenas de violencia. Jorge Macri confirmó que su equipo se reunió el viernes pasado con el Ministerio de Seguridad Nacional para coordinar un plan de acción.
"Habrá más reuniones para evitar que los violentos instalen el caos y, sobre todo, prevenir que haya heridos", aseguró el mandatario. Este operativo buscará mejorar la capacidad de respuesta ante hechos de violencia y garantizar que las protestas se desarrollen de manera pacífica.
Llamado a la reflexión: reducir la escalada de violencia
Jorge Macri también hizo un llamado a la responsabilidad de los dirigentes políticos y sociales para evitar una escalada de violencia. "Me parece que todos tenemos que bajar dos cambios. Quienes tenemos responsabilidades, debemos ver cómo nos dirigimos, qué palabras utilizamos y cómo nos referimos al otro", enfatizó.
El jefe de Gobierno advirtió que el discurso agresivo puede incentivar la violencia en las calles. "Si le metemos nafta al conflicto, después aparecen agresivos que buscan en ese tono la excusa para elevar la violencia", alertó. También subrayó la importancia de un lenguaje más conciliador en el ámbito público.
Un desafío para la gobernabilidad
Los disturbios en el Congreso reflejan un clima de tensión creciente en la Argentina. La postura del Gobierno porteño se enfoca en mejorar los protocolos de seguridad y evitar que la violencia se convierta en un factor común en las protestas. Sin embargo, el desafío sigue siendo cómo equilibrar el derecho a la manifestación con el mantenimiento del orden público.
En este contexto, la responsabilidad de los líderes políticos es clave para no avivar el fuego del conflicto y encontrar soluciones pacíficas a las demandas sociales.