La Justicia puso bajo análisis el destino de aproximadamente 40 millones de dólares correspondientes a los premios otorgados por la FIFA y la Conmebol a la Selección Argentina tras la consagración en el Mundial de Qatar 2022. La investigación se inició a partir de una serie de revelaciones periodísticas que abrieron interrogantes sobre la forma en que esos fondos fueron cobrados, administrados y contabilizados.
Según lo expuesto en un informe difundido por la señal TN, los premios habrían sido girados directamente al exterior mediante transferencias por un total de USD 40 millones: USD 30 millones provenientes de la FIFA y otros USD 10 millones de la Conmebol. De acuerdo con esa información, el dinero habría sido transferido a sociedades vinculadas al empresario Javier Faroni, sin que esos montos aparezcan reflejados en los balances ni en las memorias contables de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
El programa conducido por el periodista Jony Viale detalló que el cobro de los premios se habría concretado en febrero de 2023, un momento particularmente sensible desde el punto de vista cambiario. En ese período, la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue rondaba el 100%, una diferencia que generaba fuertes incentivos económicos y múltiples distorsiones en la economía argentina.
En ese contexto, la investigación periodística planteó —siempre en potencial— la hipótesis de que los jugadores de la Selección podrían haber percibido sus premios en pesos, liquidados al tipo de cambio oficial, mientras que los dólares correspondientes habrían permanecido depositados en el exterior. De haberse dado ese mecanismo, la operatoria habría generado una diferencia cambiaria significativa, producto de la brecha existente entre los distintos tipos de cambio.
La eventualidad de que una parte de esos fondos no haya ingresado formalmente al país o no haya sido registrada en los estados contables de la AFA es uno de los puntos que ahora analiza la Justicia. El foco está puesto en determinar si existieron irregularidades administrativas, financieras o cambiarias, y si el circuito del dinero se ajustó a la normativa vigente.
En paralelo, el informe televisivo contextualizó la situación en el clima económico y político de aquellos meses. En la City porteña, durante ese período, circulaban versiones sobre la existencia de "ventanas especiales" para acceder a dólares a un tipo de cambio más conveniente, supuestamente reservadas para sectores cercanos al poder. Incluso, según se mencionó en el programa, algunos funcionarios clave de ese momento dejaron de frecuentar los ámbitos habituales del mercado financiero, en medio de un fuerte hermetismo.
Por el momento, no hay imputaciones formales ni conclusiones definitivas. La investigación judicial se encuentra en una etapa preliminar, centrada en el análisis de transferencias, registros contables y documentación bancaria, tanto en el país como en el exterior. Fuentes judiciales indicaron que se buscará reconstruir el recorrido completo de los fondos, desde su origen en los organismos internacionales del fútbol hasta su destino final.
Desde el entorno de la AFA no hubo, hasta ahora, una respuesta pública detallada sobre las versiones difundidas. Tampoco se conocieron aclaraciones oficiales respecto de por qué los premios no figurarían en los balances ni cuál fue el esquema utilizado para su cobro y distribución.
El caso suma un nuevo capítulo a las controversias que suelen rodear la administración de los recursos vinculados al fútbol argentino, en un contexto donde la transparencia financiera y el control de los fondos provenientes del exterior se encuentran bajo especial escrutinio. Mientras tanto, la Justicia avanza en la recopilación de información para determinar si existieron irregularidades y, en ese caso, quiénes serían los responsables.